La Vida Más Allá de la Sepultura 

tornen tangible a la visibilidad de los sentidos humanos. Vues-

tra conciencia pronuncia conceptos graves y sentenciosos, pero 

apenas investiga y después clasifica en el plano de las energías 

libres. En realidad, las configuraciones que surgen en el pano-

rama físico, son eventos primeramente pensados y experimen-

tados en el mundo astral, por admirables genios que actúan en 

lo imponderable, en cuya sustancia crean, elaboran y modifican 

los fenómenos de la vida terrena.

¡Cuántas veces son captados al mismo tiempo, por varios 

cerebros estudiosos de la Tierra, los proyectos elaborados en 

el astral o de los planos más altos, para ser materializados en 

la superficie física, por las técnicas humanas! ¡No es raro, que 

algunos sabios científicos terrenos, a través de sorprendentes 

coincidencias, han ejecutado descubrimientos y completado 

investigaciones simultáneas, en varios puntos geográficos, por 

cuyo motivo se han registrado mutuas acusaciones de plagio y 

robos de proyectos y documentos ajenos!

En realidad, esos cerebros sensibles —que se colocan en la 

faja vibratoria de la misma investigación científica, para bene-

ficio de la vida humana— logran identificar fórmulas iguales y 

soluciones idénticas, porque interceptaron psíquicamente, cier-

tas cosas que se revelan en su descenso desde lo Alto, en forma 

de inspiración. Cuántos descubrimientos y soluciones científi-

cas, principalmente en el campo astronómico, aun hoy, os sirven 

de motivo de discusión, debido a las mutuas reivindicaciones 

de paternidad, atribuidas a varios sabios, que lograron éxito y 

solución al mismo tiempo.

Desde el mundo Causal descienden hacia la Tierra, las 

ideas, que los sabios adquieren conforme a su capacidad técni-

ca, a su poder mental y a su armonía espiritual. Cuántas veces 

los artistas y religiosos, consiguen sintonizarse con esas fajas 

vibratorias tan sutiles, gozando de los divinos éxtasis y de las 

inspiraciones, que muchas veces los subliman.

Por lo expuesto, no penséis que nuestro mundo astral pla-

gia la estructura de vuestro orbe físico; éste es para nosotros, 

bastante inmóvil y petrificado en su vida lenta y rudimentaria. 

Nosotros actuamos en el “origen”, o directamente en la “idea”, 

mientras que vuestra humanidad trabaja en la cáscara, en el 

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