Ramatís

parecer demasiado poéticos y estar viciados de exageradas des-

cripciones, como las debidas al esfuerzo imaginativo que reali-

zan los poetas románticos. Sin duda que para algunos lo que 

describo será tomado como ingenuo o una especie de cuento de 

las “Mil y una noches” para adultos; para otros, no pasará de 

simples sofismas bien intencionados, pero improductivos, por-

que creen que los espíritus desencarnados viven sumergidos en 

un sueño abstracto.

La verdad es que el más extenso repertorio de las palabras 

humanas es insuficiente para lograr transmitiros la realidad de 

aquello que me absorbe el espíritu, delante de la maravillosa 

visión de la metrópoli del Gran Corazón, frente a la cual com-

pruebo que las más tiernas historias de hadas no dejan de ser 

relatos de una imaginación paupérrima y despojada de toda im-

portancia sensata. Cuando intento delinearos la naturaleza de la 

esfera donde vivo, se me hace la idea de que estoy depositando 

un puñado de escamas de pescado en las manos de un ciego 

de nacimiento, y en seguida le exijo que, conforme a ellas, me 

detalle con exactitud el extraño mundo de los peces y su vida en 

lo profundo de los mares.

Mientras tanto, me resta la esperanza de que llegará la 

oportunidad en que los descreídos también aportarán sus expe-

riencias a estas realidades astrales, comprobando personalmen-

te la realidad que brilla mucho más allá de la capacidad imagi-

nativa de un cerebro humano e imposible de ser configurada a 

través de la mediumnidad precaria de un hombre.

Pregunta: Nos gustaría tener una concepción más real de la 

vida en el Más Allá, por cuyo motivo desearíamos que nos die-

seis algunos detalles de esos bosques, lagos, edificios, avenidas, 

etc. ¿Os será posible?

Atanagildo: Además de los dos lagos que poseen los es-

paciosos escenarios en forma de palcos circulares, en el centro 

de sus aguas, los otros cinco también poseen una pequeña y 

hermosa isla, semejante a un trozo de esmeralda pulida, sor-

prendentemente receptiva de los colores que se irradian por la 

noche tanto desde las al margen de los mismos. Del centro de 

cada una de esas cinco islas se levanta una torre construida del 

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