Ramatís

sueños orientales.

El Corazón de la metrópoli está formado por un gigantesco 

y magnífico paseo público, en forma de heptágono, y conforme 

a las medidas terrenas alcanza algunos kilómetros cuadrados. 

Se trata de un vastísimo parque decorado con bosques, cuyos 

árboles, de escasa altura, permiten que los rayos solares ilu-

minen todos los rincones y caminos, creando seductores claros 

recamados de arena de centelleante color. El césped de tonos es-

meraldinos, nos recuerda a un maravilloso tapiz de trama reful-

gente, matizado totalmente por florecillas pequeñas, semejantes 

a rubíes, amatistas, topacios, las que, realzadas por compactos 

cordones vegetales, forman caprichosos dibujos que parecen ex-

presar elocuentes frases de agradecimiento al Creador. De las 

ramas pequeñas, de suave tono malva luminoso, cuelgan ramos 

de color verde claro cristalino, recortados de flores iguales a las 

glicinas y especies de campanillas que se mueven fácilmente al 

suave impulso de la brisa, produciendo una  deliciosa fragancia,  

por lo que en mí siempre evocaron a las orquídeas de la selva 

brasileña.

Todos los jardines, bosques, avenidas y claros fueron cons-

truidos con genial simetría, dentro de un plano general, antici-

pado, que abarca toda la belleza geométrica y panorámica de la 

metrópoli. Ese paseo público, que forma el corazón de la verde 

ciudad astral de mi morada, presenta el máximo de capacidad, 

belleza y armonía jamás producidas por ningún sabio, ingeniero 

oartista terrenos. Pequeños riachos, como cordones líquidos,

bordean las avenidas principales y zigzagueando en la fronda 

perfumada, como si fuesen maravillosas serpientes plateadas, 

terminan en siete lagos artificiales. Cinco de esos lagos están ro-

deados por espaciosos pabellones multicolores, construidos en 

un elemento vítreo, desconocido para vosotros, y a la distancia 

resaltan como si hubiesen sido tallados directamente en blo-

ques de piedras preciosas. Además, están cubiertos por vistosas 

cúpulas translúcidas, de tonos dorados, liliáceos, esmeraldinos 

y de una verde clarísimo, que rodea a los lagos, como si fuera 

una prolija y brillante moldura, que se caracteriza por su pinto-

resca policromía. En esos atrayentes pabellones se encuentran 

distribuidos los salones de conciertos, teatros educativos sobre 

62