Ramatís

funesto entre vivos y muertos, para la mutua satisfacción de las 

sensaciones pervertidas en los dos planos de vida.

Sus profundos conocimientos, entrenados hace siglos, per-

miten que esos técnicos malignos exploten psicológicamente el 

campo emotivo y mental de la probable víctima con el fin de 

apresurar la rigurosa afinidad y sintonía, que es de ley vibratoria 

entre los periespíritus conjugados en el vicio. Después de localizar 

a los médiums electivos para la fenomenología viciosa y enfer-

miza del mundo carnal, el proceso se hace cada vez más fácil, 

salvo, que por motivos justos, ocurran súbitas intervenciones de 

las jerarquías superiores que salvan a tiempo al candidato de la 

humillante función de ser “alimento vivo” de las sombras.

Pregunta: ¿Los guías o protectores que representan a je-

rarquías elevadas, intervienen asistencialmente en favor de sus 

protegidos?

Ramatís: En cuanto a la protección de los espíritus bene-

factores no tengáis dudas, pues desconocéis las tareas sacrifi-

ciales y el servicio amoroso que desempeñan intensamente en 

favor de sus pupilos encarnados. Es natural, que el éxito de 

ese tipo de misión espiritual dependa muchísimo de los propios 

hombres. Actualmente verificaréis que a medida que aumentan 

las posibilidades de socorro, enseñanzas y obras de alta espiri-

tualidad sobre la Tierra, paradójicamente, crece la degradación 

moral de la humanidad, pues hombres, mujeres, jóvenes y viejos 

se esclavizan dócilmente por las más avasalladoras pasiones y 

vicios destructivos de la integridad moral humana.

Los espíritus tenebrosos no tienen fracasos en sus reali-

zaciones nefastas porque escogen a sus víctimas con extrema 

habilidad y sintonía para sus objetivos diabólicos, tratándose 

bajo procesos especiales para cada caso en forma similar a la 

medicina terrena con sus pacientes. Se desinteresan por aquel-

los que están bajo los cuidados y atenciones de las entidades 

angélicas y que desempeñan funciones nobles junto a la super-

ficie del orbe. Dicho éxito es justificable y comprensible, porque 

la mayoría de la humanidad siente una extraña voluptuosidad 

y realiza hercúleos esfuerzos para liberarse de la dirección es-

piritual de las entidades benefactoras; vibra en su psiquismo la 

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