PRIMERAS IMPRESIONES
Pregunta: ¿Cuáles fueron las impresiones que tuvisteis al
despertar en el Más Allá, después de haberos sometido al sueño,
por el hermano Navarana?
Atanagildo: Al comienzo no pude comprender bien en qué
ambiente me encontraba, pues no conseguía vislumbrar nada
fuera de aquel cuarto silencioso que estaba envuelto por una
agradable luminosidad y un balsámico fluido. Me sentía en un
estado de profunda auscultación espiritual, pero reconocía que
me encontraba impedido para realizar cualquier esfuerzo di-
rectivo. Me hallaba sumergido en un dulce sopor, como si fuera
la figura silenciosa del peregrino que mira el horizonte oscuro
aguardando el advenimiento de la madrugada para comenzar
su largo viaje, interrumpido por la noche.
Me mantenía en una curiosa expectativa, pero interiormen-
te estaba seguro de que más adelante descubriría el misterio
que me rodeaba. No demoré en notar un extraño fenómeno de
luces que surgieron inesperadamente, como si innumerables
cantidades de pétalos luminosos fuesen arrojados por los faros
de un vehículo distante que estuviera envuelto en una densa
cerrazón. Mentalmente despierto, observaba aquella sucesión
de luces que iban desde un azul claro hasta los tonos del zafiro,
para terminar en matices de agradables violetas, que al tocarme
se transformaban en un frío balsámico. No podía precisar de
dónde provenía, y a veces el fenómeno se tornaba hasta audible,
pues suponía oír algunas voces distantes, cuya pronunciación
era de agradable entonación y simpatía.
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