Ramatís

a sobrevivencia de sus súbditos más pobres. ¿No es verdad?

Ramatís: No oponemos dudas a lo que alegáis; pero esos 

mismos países a que os referís debéis tenerlos presentes para 

vuestra reflexión, por las grandes disparidades demográficas 

del globo terráqueo, en que determinados países están super 

habitados y otros luchan desesperadamente para resguardar 

sus derechos sobre enormes áreas de tierras vírgenes, que re-

servan avaramente para el futuro de sus propios coterráneos. 

Reconocemos que en un país como el vuestro (Brasil), en donde 

todavía no se resolvieron con éxito los más simples problemas 

del hambre, el vestir, el hogar, la salud y la educación, sería 

casi un disparate abrir fronteras para atender los problemas 

extraños de otros pueblos, aunque podáis contener mil millones 

de seres con relativa comodidad en vuestro territorio. Pero eso 

es problema del fuero íntimo de aquellos que vienen adminis-

trando al país, muchos de los cuales se han desviado de sus res-

ponsabilidades con el pueblo, creando esa situación; mas la Ley 

Kármica y Divina se encargará de juzgarlos, pues muchos de 

esos brasileños inescrupulosos e indiferentes de la suerte ajena 

ya están retornando a su antigua patria brasileña y se arrastran 

por las calles de las ciudades, explotadas anteriormente por el-

los, cuales piltrafas vivas, que ruegan la limosna del pan a todos 

aquellos que la subestimaron.

Para nuestra visión espiritual, esos que ya renacieron en 

Brasil, aunque se encuentren sujetos a nuevas reencarnaciones 

rectificadoras del futuro, se encuentran en mejores situaciones 

que las de otros culpables, que se debaten en la profundidad 

de los charcos pestilenciales del astral inferior, azotados bár-

baramente por las cuadrillas de verdugos, que no les perdonan 

siquiera la imposibilidad de haber podido educar un hijo por 

los descalabros y desmanes administrativos cometidos.

Si vuestros políticos y administradores pudiesen apreciar 

los cuadros pavorosos que presenciamos en el Más Allá de la 

tumba, cuyos autores son aquellos que ejercieron autoridad y 

no cumplieron fielmente con los mandatos que les fueron otor-

gados, olvidándose de la gran responsabilidad pública que 

asumieron, creemos que desaparecerían todos los candidatos a 

las cámaras legislativas y cargos administrativos del país. Les 

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