LAS RELACIONES KÁRMICAS ENTRE  PADRES E  HIJOS

Pregunta: Cuando un espíritu reencarna con una prueba 

dolorosa desde la cuna, sus padres también indirectamente su-

fren.   ¿Qué causa justifica ese penar de los padres?

Ramatís: No hay injusticia ni punición inmerecida cuan-

do tal cosa sucede, pues tanto los padres como el reencarnan-

te están ligados por las mismas culpas y débitos asumidos en 

el pasado. La Ley Kármica es muy justa y en su ecuanimidad 

sólo reúne en pruebas rectificadoras semejantes, aquellos que 

son culpables de alguna insania espiritual. ¡Cuántas veces los 

padres de hoy son los responsables por los crímenes cometi-

dos en el pasado, sobre aquellos que después reencarnan como 

sus hijos! Entonces deben cumplir severa obligación de elevar-

los moral y espiritual-mente, amparándolos para que alcancen 

condiciones superiores. De la misma forma, innumerables hijos 

participan de las pruebas dolorosas de sus padres y se encuen-

tran vinculados por débitos semejantes. En los hogares terrenos 

es muy común que los verdugos y las víctimas se ajusten espiri-

tualmente, adheridos a los mismos intereses y necesidades. Las 

viejas cadenas de odio atadas en el pasado comienzan a desa-

tarse bajo la unión consanguínea de la familia terrena.

Pregunta: ¿Y en los casos en dónde los hijos desencarnan 

prematuramente, no causan dolores injustos a sus padres?

Ramatís: Cuando el espíritu regresa prematuramente al as-

tral, no es para que los padres sufran dolores calculados por la 

Ley del Karma; sucede por un acuerdo espiritual en donde se 

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