La Vida Más Allá de la Sepultura 

seguridad espiritual proviene del “conócete a ti mismo”.

Los obsesores se dedican maquiavélicamente a explotar 

ese “deseo central” predominante, casi siempre ignorado por su 

portador, y si la víctima no tuviera conciencia exacta de su si-

tuación, o despreciara la fiel observación que le brinda el Evan-

gelio del Cristo, es casi seguro, que no tardará en someterse al 

comando y a los deseos torpes del astral inferior. Así como el 

hipnotizador encarnado consigue crear el deseado “punto hip-

nótico” en su paciente, el obsesor procura transportar hacia la 

conciencia en vigilia del encarnado, su “deseo fundamental”, 

que tanto puede ser una vanidad reprimida, un gran orgullo, un 

deseo cruel, como también, una mal disimulada lujuria, sensua-

lismo o la propensión hacia estupefacientes  o alcoholes.

El obsesado, ignorante de los verdaderos objetivos del ob-

sesor, pero responsable por el descontrol de emociones y pensa-

mientos, es conducido dócilmente para crearle un “centro hipnó-

tico” o de fascinación, que poco a poco constituye su atracción 

psíquica, volviéndose un “clisé mental” o “idea fija”. Todo eso se 

transforma en una poderosa fuerza que le dirige la zona cere-

bral, en donde se localiza su bagaje subconsciente y el control 

de los instintos animales del pretérito; solapadamente los genios 

de las tinieblas se imponen a través de aquella “distracción” fija, 

pasando a dirigir el sistema nervioso y excitando cada vez más 

las emociones y deseos de sus víctimas.

La criatura es obsesionada porque se distrajo con la seduc-

ción de su “punto hipnótico”; se debilita la vigilancia alrededor de 

su habitación carnal, porque está orientada exclusivamente hacia 

un objetivo que le domina irremediablemente. Una vez alcanzado 

esto, los espíritus dañinos procuran favorecer los deseos y reali-

zaciones peligrosas de la criatura, prolongando el trance seductor 

y afirmando cada vez más el “punto hipnótico” que les permitirá 

mayor acceso hacia el equipo físico de la víctima.

Pregunta: ¿Podéis darnos algunos ejemplos de otro tipo de 

hipnosis que pueda ser útil para los obsesores?

Ramatís: Muchos artistas, escritores, líderes, deportistas, 

taumaturgos o criaturas prodigiosas que consiguieron una vi-

sible posición en el mundo material, se dejan fascinar a veces, 

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