Ramatís
y no la “causa” de la vida psíquica; tomad este ejemplo: com-
paradlo a un “secante”, que es capaz de absorber todas las sus-
tancias exhaladas por el psiquismo del espíritu encarnado. Del
mismo modo, la naturaleza de las manifestaciones del cuerpo
carnal depende fundamentalmente de las funciones del peries-
píritu, pues es el verdadero molde, el que plasma la configura-
ción del organismo físico.
En verdad, el periespíritu soporta simultáneamente la car-
ga de la vida humana en los dos planos diferentes; el físico y
el astral, aunque ambos se encuentren profundamente interpe-
netrados, tanto en su origen como en la manifestación de sus
fenómenos. Es el vehículo preexistente al nacimiento y que por
el hecho de sobrevivir a la muerte del cuerpo físico, está dotado
de una energía y vitalidad mucho más intensa, que se disciplina
bajo su inteligente automatismo milenario. Es el equipo más
completo y valioso del ser humano, que simboliza su vestido in-
destructible y su archivo inalterable en donde se conserva toda
la memoria del alma acumulada en el pretérito.
Las células nerviosas del cuerpo físico además de sus pro-
piedades y manifestaciones objetivas, son núcleos sobrecarga-
dos de electricidad inteligentemente almacenada por el peries-
píritu. Las neuronas no sirven únicamente para atender el curso
de sensaciones exteriores, pues son también responsables por
los mensajes que las neuronas espirituales les transmiten como
fruto de las impresiones internas, enviadas por la conciencia
del espíritu. Si los elementos físicos clasificados por la ciencia
son complejos, en donde el cerebro carnal funciona a semejanza
de interruptores, fusibles, conductores, condensadores u oscila-
dores, constituidos por los “plexos”, agrupaciones de ganglios
nerviosos y filamentos neurocerebrales en el área del sistema
nervioso; mucho más importantes y complejos son aquéllos que
se refieren al cerebro del periespíritu. Simboliza una admirable
estación radiofónica sometida al servicio de la mente y activada
por un indestructible potencial de energías, ondas y emisiones
de la más alta frecuencia vibratoria, que en el presente, aún es
inaccesible para la más avanzada instrumentación científica.
Es una central eléctrica que funciona entre el plano invisib-
le y el material, atendiendo todos los mensajes que son captados
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