La Vida Más Allá de la Sepultura 

Infierno y a Satanás, para crear escenas de tanta angustia, que 

no me es permitido revelar, por orden superior, en estas comu-

nicaciones.

Además, nos informaron los mentores de nuestra metrópoli 

que la degradación máxima del sexo siempre favorece la con-

formación en las criaturas de estigmas muy semejantes a las de 

esos caprinos, cuyos movimientos crean mórbidas y detestables 

expresiones obscenas.

Finalmente, pude comprobar que las leyendas o fantasías 

más absurdas creadas en el mundo físico se fundamentan en 

esas figuras horrendas, que después de desencarnadas encon-

tramos palpitantes de vida en las regiones del astral inferior. Tal 

vez dominado por tales impresiones dantescas es que el hombre 

terreno acostumbra a pintar al diablo con pies de cabra y cuer-

nos de carnero.

Pregunta: ¿Se justifica la existencia de esas especies sinies-

tras en el astral inferior?

Atanagildo: Sería necesario indagar, también, por qué mo-

tivo existieron las especies antediluvianas o los monstruosos 

dragones, de los cuales el cocodrilo es apagada reminiscencia, 

opor qué existen las moscas, los mosquitos o los microbios.

Para mí, que no tengo la preocupación de resolver los proble-

mas creados por Dios y que escapan a mi visión común, las for-

mas exteriores son de poca importancia, pues lo que nos debe 

interesar más son los objetivos a que nos conduce la inteligencia 

espiritual que nos impulsa desde el interior.

Sólo en el mundo espiritual es donde logramos entender el 

esfuerzo técnico de la espiritualidad cuando efectúa incesantes 

ensayos, algunos hasta como en el caso de los animales prehis-

tóricos, cuya finalidad es el origen de especies menores cada 

vez más progresistas. En el Más Allá existen formas excéntricas 

que aún esperan la época apropiada para materializarse en la 

corteza terrestre o en otros orbes más primitivos, como también 

hay otros tipos raros que los entendidos consideran extinguidos 

en la Tierra.

Si intentáis examinar todas las especies animales de la Tier-

ra y quisierais justificar su existencia, tendríais que preguntar 

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