Ramatís

cendental. Entonces se transforma en residuos insoportables y 

repulsivos, que al ser drenados quiebran el temperamento más 

resistente y anulan los esfuerzos más heroicos. Aunque a mu-

chos les parezca un acontecimiento cruel y punitivo, es el efecto 

de la técnica bendecida del Creador que determina la operación 

curativa en el medio ambiente, para que las almas se despojen 

de la carga inferior en los depósitos astrales. Las fuertes ema-

naciones repulsivas del medio y el olor de los elementos expur-

gados por el periespíritu obligan a los espíritus sufrientes allí 

situados a expulsar su carga nociva hacia el exterior.

En suma: los espíritus enfermos se purgan porque se satu-

ran de sus propias emanaciones, sintiéndose atacados por vio-

lentos e incesantes vómitos que los hacen sufrir bárbaramente, 

sirviendo de proceso terapéutico para acelerar la expurgación 

periespiritual de todas las materias y adherencias venenosas 

incrustadas por la degradación de las energías mentales que 

emplearon indignamente en la vida física. ¡Cuántas veces el or-

ganismo carnal, a fin de no sucumbir prematuramente, expulsa 

peligrosos venenos en forma de urticaria, vómitos y flujos!

Es la inteligente terapéutica ejercida por el círculo vicio-

so de absorción y expulsión de las energías deletéreas, que se 

efectúa de un modo cruento, pero de eficiente compensación 

para la integridad del periespíritu. Los desechos repugnantes 

expulsados por el espíritu sufriente vuelven a causarles nuevas 

náuseas y vómitos, en cuyo proceso se apresura la operación de 

limpieza periespiritual.

Pregunta: Por lo que nos informáis, la avaricia, la lujuria, 

la crueldad y demás vicios del espíritu producen sustancias 

residuales específicas en el periespíritu, por cuyo motivo po-

demos considerar ese proceso de expulsión repugnante, como 

algo parecido a los “períodos” de cura. ¿No es así? Pero también 

creemos que muchos lectores de vuestras comunicaciones han 

de considerarlas como excesiva imaginación del médium. ¿No 

es verdad?

Atanagildo: El periespíritu es un mundo de energías viví-

simas y en incesante actividad, ya se encuentre el espíritu en-

carnado o desencarnado.  Aun cuando nos encontramos presos 

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