La Vida Más Allá de la Sepultura
Siendo el periespíritu el más importante vehículo que se
encuentra entre el espíritu y el cuerpo carnal, debéis compren-
der que es el verdadero sistema de trabajo y recepción de las
energías del medio ambiente astral y físico, cumpliendo con la
gran responsabilidad de absorber, retener y drenar los tóxicos,
miasmas, gases, residuos o cualquier resto de combustible que
sea consumido para vivir en el medio.
En las esferas angélicas el periespíritu pulsa suavemente,
accionado por la energía atraída de la luz sideral; en los planos
del astral inferior precisa centuplicar su metabolismo y con-
sumir valiosas energías, a fin de sobrevivir en los ambientes
perniciosos que los colocó su alma equivocada. Mucho antes
de poder efectuar su nutrición energética para sustentarse en
el medio, se ve obligado a realizar agotadoras operaciones de
química trascendental para lograr transformar y purificar las
sustancias peligrosas que adhiere constantemente en su orga-
nización delicadísima. Sólo después que se efectúa el proceso
profiláctico y la selección de las energías magnéticas adecuadas
a su metabolismo orgánico, es cuando consigue mantenerse en
equilibrio y protegerse contra las combustiones químicas dele-
téreas. Es necesario reflexionar sobre los heroicos esfuerzos que
realiza el cuerpo carnal cuando lucha por sobrevivir entre los
gases violentos o las emanaciones nauseabundas de los panta-
nos, para poder valorar el metabolismo defensivo, la dinámi-
ca laboriosa y delicada del periespíritu, cuando se sumerge en
los charcos infecciosos, debiendo protegerse contra los venenos
provenientes de las mentes sub-espíritu, cuando se sumerge en
los charcos infecciosos, debiendo Intentando superar la doble
agresión, o sea el veneno proyectado por las mentes de los es-
píritus degradados y los tóxicos de los pantanos, el periespíritu
acelera su dinamismo y su acción fisiológica, promoviendo acti-
va limpieza interna, resultando una excesiva expulsión de esco-
ria o sustancias carbonizadas que sobran, debido al quimismo
acentuado y que debe desviarse de la circulación periespiritual
para lograr la debida sobrevivencia en la región inferior.
Esas sustancias escoriales, depositadas en los niveles infe-
riores de la vida astral, sólo puede expulsarlas el periespíritu a
través del procedimiento de alta combustión de la química tras-
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