Ramatís
LOS CHARCOS DEL ASTRAL INFERIOR
Pregunta: En vuestras revelaciones sobre la vida de los es-
píritus en el astral, os habéis referido a los “charcos” que existen
en algunas regiones. ¿Desearíamos saber si dais esa denomina-
ción a las ambientes comunes de fluidos pesados y agresivos, o
se trata de lugares preparados a propósito para expiación de
espíritus rebeldes?
Atanagildo: Hasta hoy no me consta que los técnicos espi-
rituales hayan creado lugares especiales para mortificar a las
almas degradadas, lo que he comprobado, es la existencia de
zonas fluídicas aproximadas a la Tierra, que sufren con más
violencia el efecto de los pensamientos perniciosos de los encar-
nados. En esas zonas se acumulan energías astrales inferiores
profundamente absorbentes, que con mi vista espiritual juzgo
como densos lagos cenicientos, lodosos y móviles, con un aspec-
to de extraña irascibilidad.
Los infelices que se encuentran en esas regiones no fueron
enviados por orden superior, se debe a una atracción natural,
justa y hasta muy útil, pues esos valles de lodo astral están com-
puestos de sustancias corrosivas y repugnantes que se vuelven
verdaderos “estacionamientos terapéuticos” y de profundo bene-
ficio para almas corrompidas. Después, supe, que el lodo nau-
seabundo e insoportable que provoca pavorosos sufrimientos a
los espíritus delincuentes, también posee la loable cualidad de
absorber los venenos más compactos que se le incrustan en el
periespíritu, y que fueron generados por la poca vigilancia y el
descuido de los principios saludables del Evangelio de Jesús.
320