Ramatís

guran, que el tan pregonado “cielo” de las religiones dogmáticas 

no ofrece atracción para la felicidad humana y no deja de ser un 

ambiente compungido y de oraciones, bajo la férrea prohibición 

para la más pequeña iniciativa, tan apreciada por el hombre.

Es por eso que se desinteresan por el Paraíso de los “elegi-

dos” y de la irritante “Contemplación del rostro de Dios”, puesto 

que los santificados, de ostensiva aristocracia espiritual, están 

bastante alejados de los parias humanos, que no pueden pasar 

el límite del astral inferior. Entonces, sólo les resta el consuelo 

de una vida llena de rebeldía e insania, para refrescar el recuer-

do del mundo terreno que perdieron.

Atendiendo al imperativo natural de sobrevivir y al mis-

mo tiempo, la explotación de los débiles por los más fuertes, se 

forman las comunidades de las tinieblas y se organizan agru-

paciones de “señores” y “esclavos”, en donde sobran los genios 

intelectualizados de la Tierra, formando la corte de rebeldes, 

subvertidos en la esfera del sufrimiento.

Pregunta: ¿Son agrupaciones establecidas en sus bases, o 

éstas se modifican incesantemente?

Atanagildo: Esas organizaciones sombrías, que existen 

desde los principios de vuestra civilización, reciben incesante 

estímulo a causa de nuevos contingentes de espíritus desen-

carnados, esclavos de las pasiones avasalladoras de la carne, 

oque son rebeldes al Bien. No tardan en alcanzar el gobierno

de las ciudades astrales, poseyendo sus edificaciones particula-

res y públicas, departamentos responsables de todos los planes 

subversivos y asociaciones epicúreas que se dedican al máximo 

cultivo del placer y de las sensaciones inferiores, en donde los 

poderosos danzan sobre las almas infelices que caen indefensas, 

para servir de nutrición viciosa y alimento pervertido.

Aunque os cause espanto la revelación, pude identificar al-

gunas especies de conservatorios o imitaciones de academias, 

en donde se estudia la música, la pintura y otras artes; pero, en 

sus realizaciones hay un sentido de crueldad y sadismo, en un 

disfrazado libertinaje, que es un poderoso estimulante psíquico 

para evadir los sentidos inferiores de los encarnados, y propa-

gar en la corteza astralina la atmósfera perniciosa que subvierte 

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