Ramatís
sufrimientos de los infelices caídos, en el juego macabro de des-
cubrir detrás de aquellas máscaras humanas, las mismas criatu-
ras que brillaban en los salones festivos; las hermosas mujeres,
las cortesanas peligrosas, los políticos venales, los ricos avarien-
tos y las autoridades que abusaron de su poder, después de ha-
ber reinado en el mundo ilusorio de las vanidades y codicias.
Observé escenas abominables, en donde criaturas subver-
tidas, pero hijas del mismo Padre, se entretenían en dilatar los
padecimientos y las humillaciones de sus propios hermanos en
espíritu, entonces, no pude dejar de recordar antiguos óleos de
la Iglesia Romana, en donde pintaban las figuras de las almas
pecadoras, frenéticamente torturadas por entidades demoníacas
con ojos encendidos por la voluptuosidad y el más brutal sadis-
mo. Efectivamente, delante de mí se degradaban las más nobles
cualidades del ser humano, al comprobar que otros miserables
egresados del mismo lodazal de vicios y degeneraciones usu-
fructuaban del abominable placer de apretar las llagas de las
víctimas caídas a sus pies, que inútilmente les pedían piedad.
Después de saciados sus impulsos homicidas y terminadas
sus explosiones de odio gratuito, aquellos crueles seres se esfu-
man por la densa niebla en grupos satánicos, lanzando sinies-
tras carcajadas.
Algunos espíritus auxiliadores provenientes de lo Alto, ca-
minaban por las calles contaminadas con la intención de acudir
en ayuda de esos infelices, pero, no podían hacerlo espontá-
neamente, para no despertar sospechas; por eso, muchas veces
fingían ignorar lo que sucedía a su alrededor hasta que se les
presentara una oportunidad propicia de ser útiles. El principal
papel que ellos desempeñan, no es impedir el proceso natural
de la purgación psíquica e inevitable y tan necesaria para los
infelices, pero sí, examinar a todos aquellos que presentan con-
diciones para ser internados en establecimientos de auxilio en
las ciudades astrales benefactoras.
Pregunta: ¿A través de nuestras reflexiones, se nos ocurre en
estos momentos, si estos relatos mediúmnicos cuando sean publi-
cados para todos los públicos espiritualistas, no causarán pertur-
baciones y temores, torturando la imaginación de muchos seres?
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