La Vida Más Allá de la Sepultura 

aumento macabro de las turbas sufrientes que convergen hacia 

allí, debido a la cualidad magnética de sus periespíritus enve-

nenados. El despiadado egoísmo de sus dirigentes embruteci-

dos por la excesiva animalidad, apenas protege y desenvuelve 

el núcleo central de la ciudad, en donde residen, mientras que 

los suburbios se transforman en dantescos depósitos vivos de 

indescriptibles escorias y miserias que no se podrían imaginar 

en el mundo terreno.

Encontré algunos callejones tan llenos de infelices devora-

dos por las llagas y tomados por la más atroz parálisis periespi-

ritual, que me recordaron los cuadros pavorosos de los campos 

de concentración construidos por los nazis en la última con-

tienda mundial, donde millares de cuerpos esqueléticos aún con 

señales de vida, eran atacados por las ratas en medio de pilas de 

huesos y carnes putrefactas. Una vez, desiste de proseguir cierto 

camino, pues en lugar de encontrar el final de la callejuela que 

transitaba, noté que me encontraba dentro de un túnel inmun-

do, como si un cruel y sarcástico genio del mal, se complaciera 

en revestir las paredes con los cuerpos astrales de las criaturas 

fugitivas de los hospitales para cancerosos y leprosarios terre-

nos, reproduciendo los aspectos más repulsivos y escuchando 

los gemidos más lastimeros.

Los venenos del psiquismo enfermo emanaban por sus lla-

gas repulsivas, mientras que sus clamores aterradores herían 

mis sensibilizados oídos. Pero, también comprendí, que sólo ese 

procese hediondo v bárbaro era el indicado para expurgar los 

tóxicos que se habían acumulado, a causa de los desenfrenos de 

sus espíritus en el cultivo excesivo de la vanidad, del orgullo, de 

la prepotencia o de la crueldad.

Pregunta: ¿Esas criaturas permanecerán definitivamente 

desamparadas en esa ciudad tenebrosa, o más tarde serán reco-

gidas por algún establecimiento hospitalario? ¿Aunque sea una 

comunidad de naturaleza inferior, no se realiza algún esfuerzo 

en el sentido de profilaxia o asistencia higienizadora, para que 

sobrevivan los restantes moradores?

Atanagildo: Al principio no observé ningún servicio orga-

nizado que solucionara ese aspecto; además me convencí que 

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