Ramatís

mente humana, como ser el miedo, la tristeza, la cólera, la envi-

dia, la angustia, el celo, la lujuria, la avaricia y todas las demás 

consecuencias de la insatisfecha y contradictoria conducta de 

la Humanidad. Las demás capas fluídicas que allí se acumulan 

semejan una monstruosa tela de magnetismo que se refleja en 

un torbellino de imágenes deformadas.

Pregunta: Hemos leído diversas obras mediúmnicas en 

donde los espíritus manifiestan que en el astral inferior hay tem-

pestades. ¿No podéis aclarar algo al respecto?

Atanagildo: En el astral inferior existen espesas sombras 

que se mueven constantemente, bajo una fantástica dinamiza-

ción, a consecuencia de los impulsos degradantes y agresivos 

de las almas culpables que allí se sitúan. Ciertas veces, cuando 

la agitación de los desencarnados es excesiva, dan lugar a las 

llamadas repercusiones mentales, las que se unifican a la de 

los encarnados, desatando terribles casos de odio y crueldad, 

como si fueran enormes avalanchas proyectadas por pasiones 

degradadas que forman en el astral inferior verdaderos tifones 

y remolinos de sustancia tenebrosa, que se expanden en torbel-

linos sofocantes, como si fuera una violenta tempestad de arena 

negra y viscosa. Esas regiones perturbadas están muy próximas 

a la superficie de la Tierra por cuyo motivo los espíritus bene-

factores que la visitan en servicios asistenciales a veces son per-

judicados durante los casos de tempestades violentas, pues esa 

materia degradada les lastima el delicado cuerpo periespiritual.

Pregunta: ¿Se pueden registrar en el medio astral acciden-

tes geográficos semejantes a los ocurridos en la Tierra? ¿No se 

tratará apenas de situaciones provisorias creadas por el vigor de 

la mente desencarnada?

Atanagildo: ¿Por qué no? Aunque nos encontremos en un 

plano vibratorio diferente al de la materia sólida, la relatividad 

entre el medio y el agente es semejante a lo que sucede con 

el vuestro en la Tierra. Así como en la superficie terrestre se 

forman surcos, valles, océanos, campiñas, montañas y vegeta-

ción variada, también en el astral se configuran formas con sus 

contrastes y puntos de apoyo, necesario para las relaciones del 

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