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MORIR
Juan de Dios
¡No más dolor intenso y desmedido
en el momento angustioso de morir,
Ni el llanto pungente por verse!...
La muerte es un sueño dulce; basta creer
en la paz del Cielo, en la Tierra apetecida,
para encontrar el Amor, la Luz y la Vida,
donde hay tregua a la tristeza y al padecer.
Venturosa región del espacio Allá
donde brilla la Verdad y en donde el Bien
es el farol reluciente que conduce
a la Mansión de claridad y pulcritud,
donde los buenos que adoran la Virtud
gozan del afecto extremo de Jesús.
(Extraído del “Parnaso de Más Allá de la Sepultura” 3ª
edición, de la Librería de la Federación Espirita Brasileña.)
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