La Vida Más Allá de la Sepultura 

Pregunta: ¿Por qué causa se ha observado que los cuerpos 

de ciertos humanos quedan días y hasta meses y también años 

sin descomponerse?

Atanagildo: Hay criaturas, realmente santificadas, que 

se liberan de sus cuerpos con tal naturalidad y rapidez, que 

las energías poderosas que aún circulan por el “doble etérico” 

son absorbidas en su plenitud vital por el cuerpo cadavérico, 

manteniéndose por largo tiempo intacto y coherso en su red 

atómica, hasta que se agote la vitalidad en reserva, que sólo flu-

ye lentamente. Algunos iniciados yogas consiguen realizar esa 

operación de un modo consciente, ajustando su esfuerzo men-

tal, poderoso, a la dinámica de su elevación espiritual, y ciertos 

espíritus transfieren en un solo impacto todas sus fuerzas en 

reserva, que contiene el “doble etérico” en disolución, hacia el 

cadáver aún sensible.

El fenómeno que indagáis se explica con suma facilidad, 

pues el alma cuanto más distanciada se encuentra de las pa-

siones y de los intereses mundanos, tanto más liberada se halla 

de la carne, viviendo anticipadamente gran parte de la vibra-

ción espiritual superior, en donde ha de integrarse después de la 

muerte del cuerpo físico. Cuando llega la hora del “fallecimiento” 

el espíritu abandona el vestuario carnal rápidamente y deja en 

el cuerpo la poderosa energía que debiera utilizar en el retarda-

-miento desencarnatorio, muy común a los demás espíritus. Su 

cuerpo, haciendo las veces de un “secante”, absorbe la vitalidad 

que abunda en el periespíritu, con la que se mantendrá coherso 

por algún tiempo.

Pregunta: ¿Hay algún beneficio para que se prolongue de 

ese modo la cohesión del cadáver, después que el espíritu se li-

beró de él? ¿No es de poca importancia el cuerpo físico después 

que el espíritu parte hacia el plano astral?

Atanagildo: No es el espíritu el que prolonga la cohesión 

del cuerpo que abandonó. Sucede, para demostrar a los encar-

nados que la santidad del alma es energía creadora de vida, 

pues consigue mantener establece el cadáver por cierto tiempo. 

Para el espíritu purificado poco importa que el cuerpo se desin-

tegre o no; es la ley de correspondencia vibratoria y de aprove-

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