ESPÍRITUS ASISTENTES A LAS DESENCARNACIONES
Pregunta: ¿Podríamos saber, en base a nuestra ignorancia
espiritual, por estar encarnados, si somos perjudicados en todas
las desencarnaciones? Otros dicen, que desencarnar es más difí-
cil que reencarnar. ¿Nos podéis instruir al respecto?
Atanagildo: De acuerdo a mis observaciones y basándome
en mi desencarnación, creo que es mucho más fácil “fallecer”
que “nacer” en la carne. Durante el tiempo de la gestación fí-
sica, se registra una enorme concurrencia de fuerzas valiosas,
que precisan aglutinarse para formar el cuerpo del espíritu que
desciende a la materia; pero también, surgen problemas impre-
vistos, que requieren la intervención de los técnicos responsa-
bles, para atender al espíritu que encarna, aunque el espíritu
posea discernimiento que le permita operar conscientemente en
los fluidos densos de la materia. Además de ciertas dificultades
de orden técnico e interferencias inesperadas de energías ocul-
tas que pueden perjudicar al proceso final de la gestación, hay
que considerar, la ignorancia de ciertas madres, al descuidar el
proceso gestativo en su integridad “psico-física” o se exponen
peligrosamente a los bombardeos psíquicos de los ambientes
perturbadores y a los acontecimientos emotivos.
Nacer, por lo tanto, significa un exhaustivo trabajo para
lograr reducir y aprisionar al espíritu en la matriz de la futura
madre, obligando incesantemente al espíritu a que “abandone
vibratoriamente” su ambiente electo; mientras tanto, morir sig-
nifica exactamente lo opuesto, pues el alma se libera de la com-
plejidad de la materia y retorna a su plano familiar, de donde
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