PREFACIO DE RAMATÍS
Estimados lectores.
Paz y Amor.
Al presentaros al hermano Atanagildo, quien desea trans-
mitiros sus impresiones recogidas en el tránsito común de la
vida física y espiritual, con respecto al plano educativo, que es
la Tierra y el panorama que la circunda, reconocemos que otros
espíritus, en forma eficiente, os transmitieron sus experiencias
realizadas en el Más Allá. Mientras tanto, os recordamos que
cualquier esfuerzo nuevo y bienintencionado en ese sentido
siempre contiene lecciones de utilidad común.
El torbellino de vida, aún ignorado por la mayoría de los
habitantes de vuestro mundo, que palpita en las esferas ocultas
a la visión de los ojos del cuerpo, requiere que se divulguen las
experiencias de los espíritus desencarnados, para que sirvan de
derrotero y estímulo a los que siguen en la retaguardia. De la
misma forma, es conveniente que se registren los dolores, las
decepciones y las desilusiones de las almas imprudentes, para
que esos hechos sirvan de advertencia severa a los incautos y
despiertan a los que aún subestiman la pedagogía espiritual, a
través de los mundos materiales.
Es conveniente saber que el éxito espiritual reside, por
encima de todo, en el buen aprovechamiento de las lecciones
vividas en «ambas regiones, o sea en el mundo astral y en la
superficie física de la Tierra. Es obvio que ese mayor o menor
aprovechamiento del espíritu varía de acuerdo con los innume-
rables factores que imperan en el seno de cada alma en edu-
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