La Vida Más Allá de la Sepultura 

brevive después de cada encarnación es la sede del psiquismo, 

mientras que cada cuerpo físico es un aglutinamiento de molé-

culas sometidas a un principio director y el encarnante, tendrá 

que sobreponerse a la tendencia hereditaria y al psiquismo de 

los nuevos ancestrales a que se somete. Esa atmósfera psíquica, 

que proviene de la continuidad secular de todo linaje humano, 

presenta fuertes diferencias entre una y otra familia, así como 

hay una fuerte diferencia entre el ambiente psíquico de una igle-

sia con el de una taberna.

En mi opinión personal, el linaje carnal de cada familia 

exhala un “olor psíquico” particular, así como perdura el perfu-

me en una sala, después que se ha retirado la esencia, o cuando 

se ha consumido el fuego de la hornalla y queda tibio el am-

biente. Mi propia experiencia alcanzó significativa dificultad, 

cuando me desligué definitivamente de los peregrinajes reen-

carnatorios del Oriente para renacer en los organismos de carne 

Occidental.

En el primer caso, el clima oriental me predisponía el alma 

a la búsqueda de mi identidad eterna y espiritual, en un perma-

nente influjo para mi sensibilidad intuitiva; en el segundo caso, 

la atmósfera occidental, sobrecargada de exagerado cientificis-

mo objetivo y desconfianza por las cosas del espíritu, además 

del mórbido sectarismo de los núcleos religiosos conservadores, 

me imponían un campo magnético opresivo que me hacía retro-

traer la expansividad natural del pasado.

Pregunta: ¿De dónde proviene el constante aumento de la 

población en la Tierra? ¿Los espíritus que reencarnan provie-

nen de otros mundos?

Atanagildo: Alrededor de la Tierra, en el plano astral, existe 

elevado número de espíritus candidatos a la reencarnación y 

que llegarían a poblar satisfactoriamente, todo el globo terrá-

queo. A medida que se generan nuevos cuerpos, ellos también se 

irán ajustando a las providencias de su renacimiento. También 

en el Espacio sucede la migración de espíritus de una agru-

pación astral hacia otra y un incesante intercambio entre las 

comunidades desencarnadas de otros planetas.

Muchos espíritus que desencarnan en la Tierra emigran ha-

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