La Vida Más Allá de la Sepultura 

to deseado gracias a la facultad psicométrica que algo he desar-

rollado y que permite mantener el cerebro en actividad simul-

tánea y consciente en el cerebro de mi propio periespíritu, de 

cuya sintonización resultan las evocaciones de los cuadros que 

entreveo en el astral. De este modo, y con la ayuda de Ramatís, 

puedo abarcar directamente algunos fenómenos del Más Allá, y 

luego, esas identificaciones me ayudan en la psicografía y en la 

composición más nítida de estas obras.

Atendiendo al consejo de Ramatís y para la mayor eficien-

cia de mi trabajo, evité siempre esclavizarme a fórmulas, ri-

tuales o adaptaciones psicológicas que pudiesen ayudarse para 

la recepción mediúmnica,  ni sujetarse  a  las  influencias o 

condiciones exteriores. Así consigo trabajar con bastante éxito, 

pues logro armonizarme con la conciencia espiritual de Rama-

tís, librándome de sugestiones ajenas. Me sirve tanto el ambien-

te calmo como el ruidoso; tanto el efecto sedante de la música 

selectiva para el alma, como el ritmo regional de las melodías 

populares; recibo los mensajes en medio de las corrientes me-

diúmnicas simpáticas, así como alejado de ellas, consiguiendo 

también grafiar el pensamiento de mi orientador, en medio de 

las personas preocupadas por asuntos comunes. Debido a ese 

esfuerzo hercúleo para aislarme del medio, hago propicias las 

condiciones espirituales y eludo los recursos extemporáneos, así 

que puedo recibir a Ramatís entre las actividades del hogar, jun-

to a mis familiares, mientras ellos prosiguen en sus ocupaciones 

de rutina. Puedo escribir durante la mañana, por la noche o la 

madrugada, ajeno por completo a los rigores del invierno o del 

verano; en las noches de luna o las tormentosas, en días apro-

piados para los fenómenos psíquicos y aun en aquellos que los 

más experimentados aconsejan no dedicarse.

Me sometí a su heroica disciplina en el sentido de encon-

trarme siempre dispuesto para cuando la voluntad superior me 

indicase el servicio a realizar; procuré superar siempre las vici-

situdes naturales de la vida humana y me sobrepuse a las com-

plejidades sentimentales del mundo, objetivando sólo el propó-

sito de vibrar intensamente en espíritu, a fin de poder efectuar 

mejor el perfecto enlace con la amplia conciencia de Ramatís.

El éxito de mediumnidad, evidentemente, no puede ser fru-

19