La Vida Más Allá de la Sepultura 

Atanagildo: A medida que los espíritus se elevan hacia las 

regiones más “puras” o más “altas” o como mejor quisierais con-

ceptuarlas, es obvio que ingresan en colectividades de mayor 

responsabilidad administrativa del planeta terráqueo; su super-

visión alcanza a países enteros, razas y también a continentes. 

En la misma faja vibratoria del astral que se sitúa la metrópoli 

del Gran Corazón, viven otras comunidades astrales, con igual 

responsabilidad, pero, controlan ciertas zonas geográficas de 

países europeos, africanos, asiáticos y americanos.

Por encima de esa región superior se encuentran las “na-

ciones astrales” de cada raza o pueblo terreno, gobernadas por 

espíritus responsables, por la cohesión y progreso de las cinco 

razas principales que pueblan los cinco continentes notables 

de la Tierra. Nos explican los espíritus más sabios, que la esfe-

ra “más alta” o “más íntima” de todo el astral terráqueo es tan 

quintaesenciada o tan sutilísima, que se desvanece como franja 

luminosa alrededor del globo terrestre y su aura alcanza más 

de la mitad de la distancia entre vuestro planeta y la Luna. A 

través de la esencia de esa alta región astral, que se asemeja a 

una eterizada cabellera de luz en torno a la Tierra, también se 

procesa a intercomunicación con las esferas astrales de los otros 

planetas de la constelación solar. Justamente, en esta última es-

fera tan quintaesenciada es donde trabaja la comunidad angéli-

ca directora del planeta Tierra, y donde se encuentra el sublime 

reino del Magnánimo Jesús.

Pregunta: Si esa es la organización administrativa en el as-

tral, pensamos que nuestra patria también debe ser administra-

da por una comunidad especial. ¿No es verdad?

Atanagildo: En la metrópoli del Gran Corazón algunos mil-

lares de almas, de índole universalista, ayudan al desenvolvimien-

to artístico, para reformar costumbres y actividades de determi-

nadas zonas geográficas brasileña, y nuestra ciudad también es 

administrada por otra comunidad astral, más elevada y más am-

plia, que si quisierais la podríais denominar también de “Brasil”. 

Ésta, a su vez, está bajo la jurisdicción del continente astral “Su-

damericano”, y así sucesivamente, hasta terminar en la jerarquía 

responsable de todo el planeta Tierra. Conforme me informaron 

187