Ramatís

Estos servicios son comunes a todas las colectividades espi-

rituales que están situadas sobre cada país o pueblo terráqueo, 

que aceptaron la responsabilidad de asistir y proteger a los “na-

cidos” y “fallecidos” en la región o territorio de su jurisdicción.

Pregunta: Suponíamos que la finalidad de esas ciudades 

astrales serían habitadas exclusivamente por espíritus prove-

nientes de una sola raza terrena, para estimular entre ellos un 

nuevo sentido patrio o nacionalismo separativista, aunque de 

un orden más elevado.

Atanagildo: Eso podría ser en un clima psíquico de regio-

nes inferiores, en donde predomina el egoísmo feroz y el orgullo 

insano. El espíritu que merece habitar nuestra metrópoli es es-

cogido por su elevada cualidad espiritual y no por su naciona-

lidad. Aun en vuestro orbe terráqueo y en el seno de las razas 

más egocéntricas, podréis encontrar hombres completamente 

despegados del fanatismo patrio y entre los cuales, hay quienes 

trabajan enérgicamente por la confraternización de todos los 

pueblos y de todas las razas. Actualmente, tiene muy buena aco-

gida en la Tierra la idea del “Ciudadano del Mundo” y se fundan 

“fraternidades” en un trabajo que se podría denominar, casi de 

equipo, procurando la fusión de todas las naciones en un solo 

“todo”, regido por un gobierno de Paz y Justicia.

El hombre que se liberó del círculo de hierro de las reivin-

dicaciones de los derechos de raza y de patria, poco le importa 

que lo sitúen en esta o aquella comunidad astral, pues es inmu-

ne a esa pasión enfermiza, que aun divide tanto a los hombres 

terrenos y los conduce a las masacres sin glorias, en las guerras 

fratricidas.

Pregunta: Reflexionando sobre la existencia de esas agru-

paciones astrales, formadas por espíritus provenientes de un 

mismo país (como en el caso de la metrópoli del Gran Corazón, 

formada por una agrupación de brasileños), nos viene a la men-

te, que en los planos más altos deben existir otras comunida-

des astrales superiores, responsables por la administración y el 

progreso de las ciudades de desencarnados situadas más abajo. 

¿Estamos errados?

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