La Vida Más Allá de la Sepultura
acelerar sus conocimientos, en base a la familiaridad constante
del medio en que reencarna?
Atanagildo: En cada país existen factores tradicionales y
clima psicológico diferente, que ayuda mucho a los espíritus en
sus variadas encarnaciones, para que pueda desarrollar ciertas
cualidades, que han de ir modelando poco a poco la configura-
ción de su conciencia en el Tiempo y en el Espacio. Como simple
ejemplo, os recuerdo a vosotros, que el clima festivo e iluminado
de Italia favorece la inclinación de las criaturas hacia el canto o
la música, mientras que en otros países europeos —cuya atmós-
fera es melancólica y de naturaleza severa— se desenvuelve me-
jor el espíritu científico e investigador y también organizador.
Mientras que el ambiente bullicioso y fatigante de Occidente,
conduce a sus habitantes a la neurosis, por el excesivo dina-
mismo psíquico; en ciertas regiones de Oriente la encarnación
significa la dádiva de la “pausa mística”, que permite al alma
cansada proseguir con su aprendizaje espiritual bajo el confort
del reposo contemplativo.
Aunque las colonias astrales más cercanas a las corteza
terrestre coordinen sus actividades de un modo aparentemente
racial, no es su objetivo fundamental, ni lo hacen por cuestiones
de nacionalismo o separatividad, sólo se realiza para una mejor
supervisión y administración de sus afiliados, que se agrupan en
un pueblo o país terreno.
Pregunta: ¿Esos espíritus al reencarnarse, interrumpen al-
guna tarea en sus colonias astrales, para volver a retomarlas a
su regreso de la vida material?
Atanagildo: Algunas tareas comenzadas en la metrópoli
pueden quedar interrumpidas, cuando los responsables preci-
san reencarnarse con el fin de saldar sus débitos pasados en la
Tierra.
Pero, también es cierto, que después de la desencarnación,
por muy distantes que esos espíritus se encuentren, deberán re-
gresar a su morada astral, en donde pueden haber dejado tareas
personales a terminar, como pueden encontrar facilidades para
prestar ayuda y asistencia a sus descendientes y familiares aún
encarnados.
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