La Vida Más Allá de la Sepultura
gináis; por ejemplo: las almas que hayan consolidado en sí la
virtud de la sinceridad, pueden formar en el astral, una sola
colectividad, creando entonces, la colonia de espíritus sinceros,
importando poco que éstos provengan de África, Europa, Asia
ode las Américas, pues la virtud de la sinceridad es la que real-
mente servirá de diapasón para indicar el derecho de morada
en la comunidad.
Es obvio que tal confraternización sólo será realizable en
esferas elevadas, en donde ha desaparecido el sentimiento ra-
cial, por el conocimiento de la existencia de la familia universal.
Bajo una orientación semejante, la metrópoli del Gran Cora-
zón realiza un trabajo especial sobre determinada región geográ-
fica y astral del Brasil, seleccionando a los espíritus descarnados
que presentan el padrón espiritual exigido por el ambiente.
Pregunta: ¿Podríamos conocer algunos detalles de ese pa-
drón espiritual exigido por la metrópoli del Gran Corazón a los
desencarnados brasileños?
Atanagildo: Los candidatos a la vida en nuestra metrópoli
son los que manifiestan cuando están encarnados, las virtudes
que marca el padrón de nuestra vida astral, como ser la devo-
ción al estudio de la espiritualidad, desapego a las formas ilu-
sorias de la materia y la liberación completa de exclusivismos
religiosos y doctrinarios. Lo que más dificulta el libre ingreso
en la metrópoli del Gran Corazón, es el espíritu sectario y di-
visionista que poseen la mayoría, y a su vez motivo de grandes
desentendimientos y separación entre los hombres.
Pregunta: Por lo que manifestáis, deducimos que la metró-
poli del Gran Corazón es también, una colectividad con carac-
terística racial, pues sólo atiende a los brasileños...
Atanagildo: Es razonable que os sorprendáis con ese apa-
rente “nacionalismo” de nuestra comunidad astral, porque hasta
los brasileños que desencarnan en otros países también son en-
caminados hacia las colonias astrales que circundan al Brasil.
Eso sucede, no por cuestión de nacionalismo, sino, obedeciendo
a los planes organizados muchos antes de sus encarnaciones en
Brasil y porque son espíritus afiliados a nuestra metrópoli, cuyo
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