La Vida Más Allá de la Sepultura 

bles, si fueron edificadas en la sustancia deletérea y agresiva? 

¿No debiera predominar en ellas el medio corrompido? ¿Acaso 

en las ciudades edificadas en los polos pueden aislarse del frío 

ocualquier ciudad del Ecuador, no está supeditada al calor in-

tenso?

Atanagildo: Entráis en confusión cuando tomáis al mun-

do terreno, con su materia grosera, como base para evaluar la 

naturaleza sutilísima del mundo espiritual, que es regido por 

leyes desconocidas en el mundo físico. Es lo mismo pensar, que 

alguien podría eliminar el rayo del Sol, como se quita la tierra 

de una vidriera empolvada.

Una ciudad terrena edificada sobre el deserto de Sahara po-

dría muy bien modificar su clima y transformarse en un “oasis”, 

en el momento en que la ciencia humana canalice hasta allí el 

agua, fertilice el suelo, elabore sistemas de lluvias artificiales e 

irrigaciones, y construya refractores de electricidad que pueden 

atenuar el clima cáustico. En los polos podéis introducir mu-

chas modificaciones loables, gracias a la electricidad que muy 

pronto emplearéis.

En nuestro caso el procedimiento es otro; nos hallamos en 

el mundo interior del espíritu, donde la fuerza motriz princi-

pal es de otra naturaleza dinámica de acción, predominando 

la fuerza del sentimiento y del pensamiento. Éstas son las prin-

cipales herramientas e instrumentos para nuestro uso, aunque 

en las regiones más densas del astral inferior, se requieren para 

actuar, otras energías y procesos más rudos, que a veces seme-

jan al de los terrenos. Los espíritus actúan con fluidos densos, 

viscosos y enfermizos adheridos vigorosamente a los poros del 

periespíritu, como el aceite se infiltra en el blanco paño de lino.

No podéis imaginar los extensos lagos de sustancia repug-

nante y agresiva que llega hasta ciertas regiones de la Tierra, 

que nos recuerdan enormes desiertos o pantanos sofocantes que 

hay en la Tierra, que por cierto son muy impresionantes.

Pregunta: ¿Cómo debemos interpretar el heroísmo de los 

espíritus que trabajan en esas regiones astrales?

Atanagildo: Hay espíritus que poseen el sello caracterís-

tico de la renuncia personal y se ofrecen para trabajar en esos 

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