La Vida Más Allá de la Sepultura
gozáis en la metrópoli del Gran Corazón, estáis colocado en la
escala de los espíritus adelantados, libre de los problemas an-
gustiosos del Más Allá?
Atanagildo: Evidentemente, mi graduación espiritual es
buena en relación a las situaciones angustiosas que soportan
millares de espíritus infelices, que aún viven despavoridos y
desamparados en el astral inferior. Sin embargo, la considero
bastante precaria cuando la comparo a la situación de las almas
superiores que viven más allá de mi presente morada astral.
La condición del espíritu adelantado, para mí, es muy relativa,
pues, aun estamos en grados bastante bajos si la consideramos
con la infinita jerarquía de ángeles v arcángeles que nos prece-
den en la inmensurable escala sideral.
Represento un modesto grado de conciencia en esa esca-
la espiritual, así como entre vosotros, unos representan grados
más adelantados y otros más atrasados de vuestro actual pa-
drón evolutivo. También es cierto, que pude alcanzar un estado
de paz y de comprensión espiritual que me coloca en una po-
sición algo venturosa, comparándolo con la mayor parte de la
humanidad terrena, que aun lucha ferozmente por la posesión
de los tesoros precarios, de los galardones dorados o los poderes
provisorios, que inevitablemente tendrán que dejar a un costa-
do de la tumba.
En mi última existencia terráquea no me seducían las atrac-
ciones terrenas, que pesan tanto en nuestra economía angélica.
Esa paz y comprensión de que os hablé, es de naturaleza ex-
clusivamente interior, y representa una incesante sustentación
vigorosa, que equilibra nuestro espíritu, cuyo valor indiscutible,
no lo cambiamos por ningún tesoro o placer seductor del mun-
do físico.
La comunidad astral del Gran Corazón, a la que estoy afilia-
do en este momento, corresponde a los ideales y propósitos que
ya poseía en la Tierra, como preámbulo de mi definitiva meta en
el misterio del espíritu. El ambiente exterior de la agrupación
espiritual en donde vivo y las relaciones que existen entre sus
moradores, son de una tónica que me causan mucha alegría y
estímulos para las nuevas jornadas evolutivas que me esperan.
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