planetario de la tierra.
Lo más importante no reside en las convicciones sobre la creencia de cada uno en el camino
recorrido por su evolución mental o espiritual, sino, en su comportamiento humano cuando alcanza un
discernimiento exacto y real respecto a sus responsabilidades y en la forma de conducirse delante de
Dios, cuya Ley Divina bendice a quienes practican el Bien y juzga a los que ejercen el Mal. Los
hombres se aproximan a la realidad conforme se liberan de las creencias, pues éstas, ya sean
políticas, nacionales o religiosas, separan a los hombres y los vuelve intolerantes. El ejemplo vivo lo
tenéis en las refriegas suscitadas en los días festivos, cuando el deporte debía ofrecer motivos de
acercamiento y júbilo entre los adeptos, pero éstos, no se conforman con los resultados caprichosos
que el deporte impone y terminan agrediéndose, formando verdaderas barreras belicosas, cuando
sólo tenía que brillar el espíritu devotado a los ejercicios físicos, como medio afectivo de
reencontrarse los humanos. Entonces, el hombre vale por lo que es, piensa y hace, pues en general,
la creencia resulta ser una fuga de la realidad
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.
La mayoría de los espiritas, aunque posean nociones avanzadas de la realidad espiritual, aún se
afectan cuando se les dice que el Cristo es un Arcángel Planetario y Jesús el Ángel gobernador de la
tierra. El ángel todavía es una entidad que puede actuar en el mundo de la materia, cuyas
posibilidades la misma Biblia lo simboliza por medio de los siete grados de la escala de Jacob; pero el
Arcángel no puede dejar su mundo divino para tomar contacto directo con la materia, pues abandonó
definitivamente los vehículos intermediarios que le facultaría tal posibilidad. El mismo Jesús, Espíritu
que todavía podía actuar en las formas físicas, tuvo que reconstruir las matrices periespirituales
usadas en otros mundos materiales, hoy ya extinguidos, para poder encarnar en la tierra.
Pregunta: En base a esa distinción, puesto que Jesús es el intermediario del Cristo Planetario de
la tierra, ¿gustaríamos que nos dieseis mayores esclarecimientos sobre el asunto?
Ramatís: Jesús, como dijéramos, no es el Cristo, pero si la conciencia angélica capacitada para
recepcionar y cumplir a voluntad los pensamientos del Cristo en cada uno de los planos
descendientes del reino angélico hasta la tierra. En su misión sublime, Jesús fue la "ventana abierta"
hacia el mundo material, recibiendo del Cristo las sugestiones e inspiraciones elevadas para atender
la salvación de las almas, que se estaban educando en la superficie terrena. Mientras tanto, Jesús
también asciende ininterrumpidamente en base a la expansión ilimitada de su Conciencia y liberación
definitiva de las formas de los mundos materiales y transitorios. Por lo tanto, es muy probable que en
el próximo "Manvantara" o "Gran Plano" se gradúe en la escala arcangélica, y entonces participará
directamente en la creación de los mundos bajo la inspiración del Arcángel, del Logos o del Cristo de
vuestro sistema solar.
El Arcángel, el Logos o Cristo planetario de la tierra, cuya Luz es Esencia Vital en perfecta
sintonía con la voluntad y el plano de Dios, alimenta el alma de la humanidad terrícola. Los hombres
viven embebidos en su esencia sublime, por eso, sienten en lo íntimo de su ser una dirección que los
orienta constantemente para tomar mayores conocimientos espirituales en el mundo educativo de la
materia. Las personas sensibles, los intuitivos y los inspirados, muchas veces identifican esa "voz
oculta" que les habla silenciosamente sobre las bellezas que les espera una vez que dejen el cuerpo
carnal.
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Transcribimos de la obra de Krishnamurti, La Primera y la Última Libertad, en el capítulo XVI, "Sobre la Creencia en
Dios", el siguiente texto que coincide bastante con el pensamiento de Ramatís: "Existen muchas personas que creen;
millones creen en Dios y en eso encuentran consuelo. En primer lugar, ¿por qué creéis? Creéis porque os da satisfacción,
consuelo y esperanzas; y decís que esas cosas dan sentido a la vida. Actualmente vuestra creencia tiene muy poco
significado porque creéis y explotáis, creéis y matáis, creéis en un Dios Universal y os señaláis los unos a los otros. El rico
también cree en Dios, pero explota impiadosamente, acumula dinero y después manda construir una iglesia para volverse
un filántropo. Los hombres que arrojaron la bomba atómica sobre Hiroshima, dijeron que Dios los acompañaba; los que
volaban desde Inglaterra para destruir a Alemania, decían que Dios era su copiloto. Los dictadores, los primeros ministros,
los generales, los presidentes, todos hablan de Dios y tienen una fe inmensa en Él. ¿Están prestando algún servicio, están
haciendo mejor la vida del hombre? Las mismas personas que dicen creer en Dios devastaron la mitad del mundo,
dejándolo en completa miseria. La intolerancia religiosa, divide a los hombres en fieles e infieles, conduciéndolos a las
guerras religiosas. Esa es la muestra de nuestro extraño sentido de la política".
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