Fisiología del Alma 

Se evidencia, por tanto, a través de esas declaraciones de 

espíritus que merecen el mayor crédito en la labor medianímica 
espiritista y que son de vuestra plena confianza, que es muy 
grave la responsabilidad de los espiritistas en lo tocante a la 
alimentación carnívora. en modo alguno les será tolerada por 
la ley de la Vida, de la cual no podrán alegar desconocimiento, 
cualquier disculpa posterior con la que pretendan suavizar la 
culpa de haber trucidado a su hermano inferior! es la propia 
bibliografía espiritista, comúnmente señalada como la directriz 
oficial de la conducta espirita, la que os notifica de tales debe-
res y os acentúa la urgente necesidad del vegetarianismo. Ya os 
hemos dicho que las humanidades superiores son enemigas del 
macabro banquete de vísceras cadavéricas. os recordamos el 
sensato concepto de Allan Kardec, que “la naturaleza espiritual 
debe predominar sobre la naturaleza animal”. De ello podéis 
tener la comprobación a través de las obras medianímicas que 
afirmáis que os merecen confianza.

en Nuevos Mensajes, obra recibida por el acreditado mé-

dium Francisco Cándido Xavier, en la página 63, en el capítulo 
“Marte”, os será fácil encontrar lo siguiente:

Tales providencias, explica el espíritu superior y bene-

volente, se destinan a proteger la vida de los reinos más 

débiles de la naturaleza planetaria, porque en Marte, 

el problema de la alimentación esencial a través de las 

fuerzas atmosféricas, ya fue resuelto, siendo desechada 

por sus felices habitantes la ingestión de las vísceras 

cadavéricas de sus hermanos inferiores, como sucede 

en la Tierra, sobrecargada de frigoríficos y mataderos.

no nos extendemos en este trabajo en la transcripción de 

obras medianímicas, porque sobrepasaríamos el límite de nues-
tro propósito. Solamente hemos señalado, someramente, el con-
tenido de confianza que deseabais, el cual podréis abarcar en 
sus detalles, consultando las fuentes mencionadas.

PREGUNTA: – ¿Podríais aclararnos, todavía, sobre las pa-

labras de Jesús, cuando afirmó que el hombre no se pierde por 
lo que entra por su boca y sí por lo que sale de ella?

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