Fisiología del Alma 

el codificador, en nota personal, aclarando a la respuesta 

de la pregunta número 182, del Capítulo iV del Libro de los 
Espíritus

, “encarnación en los diferentes Mundos”, dice:

a medida que el espíritu se purifica, el cuerpo que lo 

reviste se aproxima igualmente a la naturaleza espirita. 

Se le hace menos densa la materia; deja de arrastrarse 

penosamente por la superficie del suelo; se le hacen me-

nos groseras las necesidades físicas, no siendo ya pre-

ciso que los seres vivos se destruyan mutuamente para 

nutrirse.

está obviamente implícito en esta nota, que si la destruc-

ción entre los seres vivos, para nutrirse, es siempre un estado de 
inferioridad y de “necesidad grosera”, el hecho que la criatura 
no se nutra de seres vivos, representa un estado de superioridad 
espiritual. Tal práctica es más culpable e inferior entre los espi-
ritistas, por el hecho que éstos son portadores de una conciencia 
más nítida de la verdad superior de la vida del espíritu; al mis-
mo tiempo que la adhesión al espiritismo, implica también un 
aumento de la responsabilidad moral.

en el capítulo Vi, se hace la pregunta número 693:

“¿Será contrario a la ley de la naturaleza el perfecciona-

miento de las razas animales y vegetales, por la ciencia?”

la entidad consultada, que afirma el principio espirita, res-

ponde:

Todo se debe hacer para llegar a la perfección; y el pro-

pio hombre es un  instrumento del que se sirve dios 

para alcanzar sus fines. Siendo la perfección la  meta 

a que tiende la naturaleza, favorecer esa perfección es 

corresponder a las vistas de dios.

evidentemente, si el hombre, como intermediario de dios 

debe hacer todo lo que sea necesario para que el animal llegue a 
la perfección, con el fin de corresponder a lo que dios preceptua, 
un acto contrario a tal precepto, no atiende, indiscutiblemente, 
a los designios del Creador y no favorece el perfeccionamiento 

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