Fisiología del Alma 

PREGUNTA: – Algunos cofrades nos preguntan sobre el 

aumento de responsabilidad para aquellos espiritas que son 
carnívoros. ¿Qué podéis decirnos al respecto?

RaMaTÍS: – no podemos asignarles “aumento de respon-

sabilidad”, en este caso, puesto que la mayoría obedece al pro-
pio acondicionamiento biológico del pretérito, que se consolidó 
en la formación animal y humana. evidentemente, son pocos los 
espiritistas que encaran el problema de la alimentación como 
un delicado asunto que debe ser digno de atención. no obstante, 
la costumbre carnívora no se aviene, en manera alguna, con los 
principios elevados del espiritismo que, además de fundamen-
tarse en los preceptos amorosos de Jesús, se afirma en los postu-
lados iniciáticos del pasado, en que la alimentación vegetariana 
era norma indiscutible para el discípulo bien intencionado.

los espiritistas que estén seriamente integrados en el sen-

tido revelador y libertador de la doctrina codificada por allan 
Kardec, han de ejercer, indudablemente, continuos esfuerzos 
para extinguir la pésima costumbre de ingerir carne de sus her-
manos menores. Su entendimiento superior y progresivo ha de 
distanciarlos cada vez más de los fragmentos cadavéricos.

es obvio que la cuestión de comer o no carne es un asunto del 

fuero íntimo de cada criatura, por tanto, aquellos que no se dispon-
gan a cambiar su enfermiza alimentación, en modo alguno concor-
darán con nuestros enunciados. Muchos serán los que sabrán tejer 
comentarios astutos y sugestivos, para llegar a las conclusiones 
que justifiquen su bárbara nutrición, considerando su esclavitud 
mental para con el deseo impuro como una imposición natural 
de la vida humana. Pero aquellos que procuran un nivel más alto 
de espiritualidad, sabrán comprender que la carne es perjudicial 
al organismo físico, porque absorbe las toxinas de la urea, con lo 
cual se violenta la tesitura del vehículo astral, en el que se graban 
las emociones del alma. Si el espiritista pretende alcanzar mejor 
coeficiente físico, moral, social, artístico, intelectual o espiritual, es 
obvio que la abstención de la carne es un imperativo indiscutible 
para tener éxito completo en alcanzar ese ideal superior.

las figuras santificadas de los líderes espirituales de vuestro 

mundo, tales como Buda, Ghandi, Maharshi, Francisco de asís 
y otros, entre los cuales se destaca la figura sublime de Jesús, 

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