Ramatís

de condiciones favorables para el “hábitat” de las amebas coli 
ohistolíticas, estrongiloides, tenias o inquietos protozoarios de
formas exóticas. Bajo la acción de ese recurso de la naturaleza,
se van acentuando, entonces, los cambios exigibles a la enti-
dad espiritual, y la compulsoria frugalidad va actuando para
la transformación exhaustiva pero concretizable del animal, en
la figura del ángel. las excrecencias anómalas y mórbidas que
se diseminan por el cuerpo físico, funcionan como una prodiga-
lidad de señales de advertencia que regulan armónicamente el
trabajo digestivo. ellas obligan a dietas espartanas o a sustitu-
ciones por nutricionales más delicadas, al mismo tiempo que se
rectifican impulsos de glotonería y llevan a cabo funciones que
purifican el astral al deredor y en la intimidad de la tesitura eté-
rica. ¡Cuántas veces el obstinado carnívoro se somete a rigurosa
abstinencia de la carne, debido a la úlcera gástrica que surge
para obligarlo a ajustarse a una nutrición más sana!

PREGUNTA: – ¿Podemos esperar que la Divinidad haga 

todo lo necesario para que en el futuro sean extinguidos los 
mataderos, los frigoríficos y las carnicerías de la Tierra?

RaMaTÍS: – ¡no tenemos duda alguna al respecto! Pués 

que en el tercer milenio no deberán existir las instituciones que 
se mantienen a costa de la industria de la muerte, deberán des-
aparecer, poco a poco, tanto por motivos de orden económico, 
epidémico o accidental, como por el repudio humano y la mejo-
ría en el tipo de nutrición del hombre. Sabéis que el repudio a 
la carne es uno de los principales fundamentos de las doctrinas 
del oriente, en donde se destacan el Hermetismo, el Hinduis-
mo, el Budismo, el Yogismo, el esoterismo y la Teosofía, además 
de millares de otras sectas que se desarrollan a su sombra. la 
proverbial negligencia del occidental para con la abstención de 
la carne, lo que habría de favorecerle un karma suave para el 
futuro, termina envolviéndolo demoradamente en el engranaje 
melancólico de las enfermedades, que lo obligan a dietas angus-
tiosas y a incurrir en gastos con el médico y la farmacia.

PREGUNTA: – Teniendo en cuenta que la industria de la 

carne ofrece trabajo a millones de personas, estimamos que 

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