Ramatís

del plano de la creación.

Pregunta: Toda vez que el cáncer solamente podrá ser cu-

rado completamente por medio de la renovación espiritual del 
hombre, ¿es inocua la acción médica del mundo físico, impo-
sibilitada de producir cualquier efecto terapéutico en el caso?

Ramatís: ambos se completan; pues la cura psíquica conse-

guida por la renovación espiritual del hombre, que debe proce-
sarse “de adentro hacia afuera”, necesita de la contribución del 
médico, para que pueda recuperarse con mayor rapidez de las 
anomalías físicas producidas por los desatinos del alma. ade-
más, no es conveniente que os situéis en los extremos unilate-
rales en cuanto a esa cuestión, por cuanto el espíritu necesita 
también ceñirse y respetar las leyes biológicas del mundo en 
que pasa a actuar.

¿Cuántas veces encontráis personas sanas de cuerpo, pero 

delincuentes en espíritu, es decir, enfermos espirituales?no obs-
tante, ¡hay seres deformados, deshechos en llagas, que manifies-
tan elevada conducta espiritual!

el espíritu más santificado, en el caso de que tome arsé-

nico o se lance sobre las llamas, sin duda alguna quedará con 
su cuerpo terriblemente molesto y enfermo, pese a su grandeza 
de alma, puesto que no le es posible derogar las leyes de la 
naturaleza en que está obrando. De ahí, pues, la necesaria con-
tribución del médico y del científico en el mundo terrenal en 
concomitancia con la renovación que el enfermo o el canceroso 
efectúen en su espíritu. la Medicina, como una de las más no-
bles ciencias de la Tierra, asume la pesada responsabilidad de 
concertar y recuperar la vestimenta carnal del hombre, toda vez 
que el espíritu irresponsable la mortifica o la mutila, ya sea por 
su imprudencia y su ignorancia, como por sus vicios y pasiones. 
en caso análogo, si no fuerais cuidadosos con vuestro traje de 
seda o de algodón, habréis de estropearlo prematuramente, ne-
cesitando de los servicios urgentes del sastre, para restaurarlo. 
¿Qué es el médico, sino el sastre del cuerpo carnal, intervinien-
do cada vez que se verifica la enfermedad, ya sea ella producida 
por la vertencia de fluidos psíquicos morbosos, por la infección 
causada por la falta de higiene, por la irritación o la agresividad 
de los agentes mesológicos, o por la ignorancia dietética.

420