Ramatís
gías magnéticas de los que son más vigorosos o gozan de más
salud.
el pase es una transfusión de fluidos, espontánea y bienhe-
chora, sin duda tan eficiente y poderosa como lo sea el potencial
emitido por la voluntad de su agente. Puede ser considerado,
también, un elemento catalizador que, actuando en el paciente,
acelera sus fuerzas estancadas y despierta el campo electrónico
del psiquismo director del organismo carnal. el que da los pases
inteligentemente, de vida ordenada, señor de una voluntad fuer-
te y aficionado a la alimentación vegetariana, consigue insuflar
vigorosas cuotas magnéticas en los órganos enfermos, elevando
en ellos no solamente la frecuencia vibratoria defensiva de las
células, sino auxiliando también la sustitución de las células
viejas y cancerosas, por otras células nuevas.
aun en el caso de la leucemia, del cáncer en la sangre, el
que da los pases puede insuflar su potencial magnético en todo
el trayecto del vago-simpático, sobre las ramificaciones de los
plexos y comandarlo mentalmente al interior de la médula ósea
del enfermo, activando así el proceso de la producción de los
glóbulos rojos y el cambio más acelerado de nuevas células. Sin
duda, no se debe pretender obtener éxito completo en los pri-
meros días del tratamiento magnético, pues es el propio orga-
nismo del enfermo el que, volviéndose receptivo, debe asimilar
las energías donadas por el pasista y distribuirlas a satisfacción
de sus necesidades vitales. Sólo después de algunas semanas de
transmisión ininterrumpida y disciplinada de los fluidos mag-
néticos, es que será posible verificar mayor o menor aprovecha-
miento del magnetismo que es ofrecido por el pasista. Si habéis
observado poco éxito en la mayoría de esos tratamientos, es
porque falta al pasista el estoicismo y la abnegación necesarios
para dedicarse con devoción por algunas horas al enfermo can-
ceroso; pudiendo ser éste, que puede impermeabilizarse a las
proyecciones fluídicas bienhechoras, al no observar el “milagro”
de la curación en las primeras insuflaciones, y pierde la confian-
za en la continuidad del trabajo.
Pregunta: ¿Por qué esa exigencia en el modo de vida y en
la alimentación del pasista? ¿no debían ser suficientes su cono-
cimiento y su capacidad vitalmagnética, para poder donar sus
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