Fisiología del Alma 

modo alguno puede la cirugía librar en forma definitiva al espí-
ritu enfermo, de su elemental mórbido subvertido por sus malas 
acciones en el pretérito. la extirpación de cualquier órgano o 
miembro canceroso, apenas retarda el flujo de la purgación o lo 
suspende, hasta que ocurra nuevo metástasis en la vida actual 
oen otra oportunidad de expulsión, en la próxima encarnación.

la cantidad de veneno latente todavía en el periespíritu, 

aguarda solamente una nueva oportunidad favorable para de-
rramarse otra vez en el cuerpo físico, cabiéndole a otro órgano 
próximo la suerte cancerosa y el almacenamiento del veneno 
restante, en descenso. es muy natural que los encarnados se val-
gan de todos los medios para huir de sus pruebas purificadoras, 
y que encaren el dolor y el sufrimiento de modo diametralmente 
opuesto a lo que, en realidad, han de apreciar después de haber 
desencarnado. Cuando nos hallamos del lado de acá, hacemos 
votos para que los enfermos o los cancerosos se resignen lo más 
posible ante el sufrimiento, con el fin de que puedan expurgar 
la mayor cantidad posible de venenos incrustados en su vesti-
menta espiritual, librándose lo antes posible de las angustias de 
las encarnaciones físicas, pues ¡ellos se desesperan ante la más 
débil manifestación de cualquier dolor!

aunque lo alto haya inspirado a la Medicina para ayudar 

al individuo terrestre a soportar su fardo kármico con estoicis-
mo y resistencia física, éste se exagera en su garantía contra el 
dolor y reprime a costa de sedativos o de analgésicos el síntoma 
doloroso más sencillo que, en general, es un aviso biológico que 
pide providencias contra sufrimientos más graves en el futuro. 
De ese modo, vive psíquicamente sin destreza para enfrentar los 
grandes dolores, mientras deposita toda su fe en la ventura ilu-
soria de la vida material y considera el sufrimiento que purifica, 
como algo indeseable que debe ser combatido a toda costa!

Pregunta: Creemos que, ante vuestras consideraciones, al-

gunos lectores han de suponer que no se debería atender a los 
enfermos cancerosos, puesto que serían perturbados en el pro-
ceso de su purgación tóxica, bienhechora para la carne, debien-
do transferir la prueba dolorosa a la encarnación siguiente. ¿no 
es verdad?

Ramatís: Aunque alguien pueda juzgar sin fundamento o 

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