Fisiología del Alma 

afectada se extiende cada vez más en su área de perturbación 
vital.

Además, no os debe ser extraña la cantidad de científicos 

radiólogos que fueron sacrificados por el efecto desintegrador 
del material radiactivo del equipo de rayos X, tales como Par-
ker, Fuchs, egelhof dodd, y Machketh en los estados Unidos; 
Jean Bergoné, en Francia; Spence y Hall edwards en inglaterra; 
Schoenberg en austria, y alvaro alvim en el Brasil.

Pregunta: Habéis aludido a la posibilidad de la intoxica-

ción medicamentosa mineralizante, en el caso del cáncer. ¿Po-
déis explicarlos cómo es eso?

Ramatís: Ciertos medicamentos excesivamente minerali-

zantes, producen también efectos acumulativos y perniciosos 
en el organismo humano, proviniendo la posibilidad de que se 
manifieste el cáncer, de la medicamentación intoxicante. en el 
futuro, también la Medicina se enfrentará con un nuevo rom-
pecabezas sobre la etiología del cáncer, cuando verifique que 
los antibióticos —actualmente usados a granel ante el resfriado 
más simple la cohesión y procreación de innumerables colectivi-
dades microbianas responsables de importantísimas funciones 
orgánicas y de la reconstitución anatómica del hombre. Como 
el antibiótico no puede seleccionar directamente el germen que 
fue visualizado por el médico, atacándolo exclusivamente, aun-
que los clasifiquen como estafilococos o estreptococos, hiere 
también a las otras conglomeraciones microbianas que susten-
tan los complejos fenómenos de la vida física, proporcionando 
perturbación dañina en la red bioelectrónica, y produciendo te-
rreno apropiado para los neoplasmas malignos.

os recordamos la inutilidad de represar el morbo que lesio-

na el organismo carnal proveniente del psiquismo desordenado, 
y creemos que, en el curso de cualquier enfermedad, lo más 
sensato será siempre despertar las energías espirituales del en-
fermo, ayudándolo a cooperar con su naturaleza orgánica llena 
de sabiduría y de iniciativa terapéutica instintiva.

la farmacología moderna, cuando no es absolutamente 

inocua debido a la falta de escrúpulos de sus responsables que 
persiguen el fácil lucro, ciertas veces es demasiado violenta por 
su metralla mineralizante, provocando reacciones químicas en 

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