Fisiología del Alma 

tal de la mente y de la emoción, cuando el espíritu se desequili-
bra en el curso ordenado de la vida física. Y como el orden y la 
armonía psíquicas sólo prevalecen bajo la práctica de las virtu-
des, corno el amor, la ternura, el valor, el optimismo, la bondad, 
la filantropía o la renuncia, es evidente que el desorden mental y 
emotivo que proporciona los perjuicios orgánicos, se revela por 
el odio, el pesimismo, la avaricia, el miedo, los celos, la envidia, 
la melancolía, la crueldad o el egoísmo!

De ahí, pues, la necesidad de que las campañas o cruzadas 

tendientes a ilustrar sobre el cáncer, no sean tan mórbidas c 
imprudentes, que sean capaces de sembrar el terror, la angustia, 
el pánico mental o el pesimismo insuperable en la mente suges-
tionable de la masa común.

el mecanismo de la mente sobre el sistema nervioso y en-

docrínico del ser humano es sumamente delicado, y el miedo es 
un estado mental que sobreexcita y eleva la tensión orgánica; 
por ese motivo, ante la perspectiva de choques violentos bajo tal 
condición, el organismo se protege interfiriendo en los centros 
térmicos y hasta en la composición de las hormonas. de ahí las 
caídas de temperatura, la palidez mortal y hasta el erizamiento 
de los cabellos en el individuo, cuando es víctima de sustos y de 
terrores inesperados.

el “miedo a la muerte” y el “miedo a quedar enfermo” ter-

minan, paradójicamente, por afectar el equilibrio de las propias 
energías psíquicas que mantienen la armonía celular del cuerpo 
físico, predisponiendo al individuo para los sufrimientos o las 
vicisitudes prematuras. es por eso que el temor generado por 
las preocupaciones excesivas, perturba visiblemente el funcio-
namiento del sistema vago-simpático,, alterando el compás y 
el ritmo energético de las funciones digestivas. en consecuen-
cia, existen aquellos individuos que se entregan fácilmente a la 
imagen mórbida del cáncer y que, invirtiendo el objetivo de las 
aclaraciones científicas, pasan a alimentar asociaciones de ideas 
enfermizas generadas por el miedo a los fantasmas de los sarco-
mas y epiteliomas expuestos en las cruzadas médicas.

es muy importante reflexionar que, a pesar de esas loables 

campanas de aclaración popular contra el cáncer, ¡éste recrude-
ce cada día más!

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