Ramatís
tricos; otros, porque hace decenios o siglos vienen almacenando
energías perniciosas en la delicada contextura de sus periespíri-
tus, debido a su descuido espiritual y a la práctica de la maledi-
cencia, ele la calumnia, de la crítica maliciosa, de los deseos de
venganza, de la envidia, de los celos o de la ingratitud.
PREGUNTA: – ¿Queréis decir que los hechiceros y los ma-
gos negros son luego las víctimas del cáncer kármico?
RaMaTÍS: – el cáncer no es solamente el karma de aque-
llos que fueron instrumentos directos o agentes de hechicería o
de magia negra contra sus semejantes. a veces, el hechicero o
el mago son los menos culpables, porque su acción nefasta es
practicada a pedido o bajo el comando de otras voluntades más
despóticas y más crueles.
en vuestro mundo, hay leyes, también, que sancionan tan-
to a los agentes criminales como a sus autores o mandatarios
intelectuales.
en otro capítulo de esta obra, hemos explicado ya que
el hechizo, en realidad, abarca todo el perjuicio que parta de
cualquier acto o campo de acción humana. así, pues, existe el
hechizo mental, que se practica por el celo, por la envidia o el
despecho por la felicidad ajena; el hechizo verbal, creado por la
crítica anti-fraterna, por la calumnia, por la maledicencia, por el
falso juicio o traición a la amistad; finalmente, existe el hechizo
propiamente de naturaleza física o material, que es practicado
por la llamada “brujería” o magia negra, a través de objetos pre-
parados por los entendidos, que funcionan como interceptores
de los fluidos vitales y magnéticos de las víctimas hechizadas.
el cáncer, como karma consecuente del perjuicio al se-
mejante, reúne, bajo sus garras temibles, tanto a aquellos que
obran directamente en la forma de agentes de la magia maléfica
y a sus contratantes o mandatarios intelectuales, como a todos
los espíritus que en pasadas encarnaciones fueron acumulando
toxinas por la subversión del elemental primario mediante el
uso de la hechicería mental o verbal.
PREGUNTA: – ¿Podéis darnos algunas explicaciones sobre
el motivo por el cual el cáncer varía en su manifestación mór-
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