Fisiología del Alma
elemental primario de la función creadora? ¿Os sería posible
darnos una idea del motivo por el cual es tan difícil la cura-
ción del cáncer, no obstante contar la medicina con aparatos
y medios tan eficientes?
RaMaTÍS: – Bajo nuestra visión espiritual, hemos obser-
vado que el elemental fluídico primitivo y creador, después de
haber sido subvertido o irritado por las vibraciones violentas
omórbidas de la mente humana, se vuelve denso como algo
viscoso astral y se adhiere al delicado tejido del periespíritu,
amenazando con peligrosa petrificación que exige al alma un
pesado tributo. Verificamos que en el fondo de todas las tumo-
raciones físicas cancerosas, se acumula en la forma de manchas,
emplastos o excrecencias astralinas que se asemejan mucho
al cieno, adherentes a las contrapartes etéreo-astrales, mante-
niendo allí una vida parasitaria e independiente, como si fuesen
manchas negras sobre una vestidura de lino albo.
a través del fenómeno de la osmosis, el fluido contaminado
del elemental alterado es absorbido por el periespíritu y sobre-
sale como huésped indeseable en el proceso mórbido del vam-
pirismo fluídico que, por la ley de la vida sideral, precisa ser
expulsado de la vestimenta inmortal del espíritu, pués que se
trata de energía nociva que no pertenece a su circulación nor-
mal. en el caso de la leucemia o del cáncer sanguíneo, ese ele-
mento lodoso, primario, y posteriormente agresivo, circula por
la contextura del periespíritu polarizándose más fuertemente en
las contrapartes etéreo-astrales, que son las matrices ajustadas
a la médula ósea, al hígado y al bazo, proporcionando perturba-
ciones perniciosas al conocido proceso de la hematopoyesis, o
sea, de la formación de los glóbulos de la sangre, constituyendo,
a nuestra vista, verdadera “infección fluídica”.
Si el médico terrestre pudiese examinar esa esencia prima-
ria alterada por el propio espíritu del hombre, como excrecen-
cia lodosa adherida a la organización periespiritual, sin duda
la asociaría a las formas características y repugnantes de los
lipomas que a veces deforman grotescamente el rostro de las
criaturas. Uno de los hechos más significativos, es que ella au-
menta su fuerza y su vibración agresiva en perfecta sintonía con
los residuos de otras energías deletéreas que el hombre pone en
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