Ramatís
nes entre el periespíritu y la carne.
la mayoría de los casos de cáncer que afectan al hombre,
se produce por la disfunción de la base psíquica electrónica de
la organización de las células, debido a que el elemental que
fecunda la vida material se hace virulento. entonces, esa modifi-
cación morbosa se convierte en el alimento predilecto de ciertos
bacilos psíquicos todavía inaccesibles a cualquier percepción
por parte de los aparatos de los laboratorios terrestres, pues el
origen mórbido sólo puede ser considerado en el campo de las
conjeturas patológicas. El residual enfermizo se va acumulando
en el periespíritu en las sucesivas reencarnaciones, formando la
indeseable paralización, saturándose el organismo físico hasta
quedar excesivamente sensibilizado. Es suficiente una sencilla
contusión mal cuidada, una estenosis insoluble, una enferme-
dad demorada en un órgano debilitado, una irritación por agen-
tes químicos, el abuso excesivo del tabaco, del alcohol, de la
carne de puerco, de los narcóticos o de los sedativos a granel; de
la intoxicación medicamentosa, de la hemorragia incontrolable,
de una intervención quirúrgica inoportuna o de una excrecencia
parasitaria, para que se inicie la desarmonía celular con la ver-
tencia del morbo fluido en la carne, y la consecuente anomalía
en el crecimiento y yuxtaposición de las células.
¡Pocos médicos saben que es suficiente algunas veces un
estado de irascibilidad, de odio, de violencia, de disgusto o de
insidiosa melancolía, para que se inicie la drenación tóxica y
la incidencia cancerosa, que se manifiesta como si hubiese sido
accionada por un fuerte detonador psíquico!
la virulencia fluida, en descenso del periespíritu, rompe
el equilibrio entre el electronismo biológico del hombre y las
colectividades microbianas que garantizan la estabilidad de la
vida física, dependiente siempre de la armonía psicosomática.
entonces, la carne es la gran sacrificada por los neoplasmas
que, después, la terminología académica distingue en la forma
de sarcomas, epiteliomas etc., o de la implacable leucemia.
PREGUNTA: – ¿Podríais explicarnos de modo más com-
prensible cómo se procesa el acometimiento canceroso en el
cuerpo de la criatura humana, a través de la subversión del
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