Fisiología del Alma 

RaMaTÍS: – Toda preocupación, descontrol emotivo o 

inquietud mental, cuando son muy frecuentes, terminan por 
causar irritación en la mucosa del estómago, la inflamación o 
la estrechez del duodeno. Bajo una carga emotiva constante y 
opresora, el segmento muy sensible del intestino delgado, que es 
el duodeno, se ve obligado a mantenerse bajo incómoda y tensa 
contracción espasmódica, y terminan aglutinándose las células 
sustitutivas en una conformación anatómica deformada. así, la 
perturbación funcional que el desequilibrio psíquico y las emo-
ciones mórbidas provocan en el hígado, repercuten también en 
la vesícula, impidiéndola verter a tiempo los ácidos biliares que 
deben activar el fermento del páncreas sobre el bolo alimenticio, 
después de atravesar el píloro. entonces, se perturba la armonía 
y la seguridad protectora del proceso químico, debido a las alte-
raciones de las sustancias y de las hormonas digestivas, dando 
por resultado las irritaciones comunes en la mucosa duodenal. 
Con el tiempo, el médico radiólogo comprueba el proverbial 
diagnóstico de la “duodenitis” y, en lo futuro, la formación de 
los “nichos” que confirman la existencia de la indeseable úlcera.

Muchos médicos modernos ya no ponen en duda el hecho 

de que la mayoría de las úlceras del aparato digestivo se deben 
al producto mórbido de la neurastenia y de las predisposiciones 
neuro-vegetativas. Consideran que la úlcera es el resultado de 
un conflicto generado por la dependencia al deseo de posesión, 
de amor, de gloria y de poder, y que después de frustrado, pro-
voca mayor secreción de jugo gástrico por la contracción espas-
módica de las paredes del estómago y la consecuente irritación 
de las mucosas internas. aluden a los traumas psíquicos y a las 
emociones de cualquier procedencia pesimista, que se pueden 
transformar en elementos que tanto pueden favorecer o agra-
var la enfermedad, como pueden detenerla bajo la acción de un 
estado bastante optimista. Cuando el psiquismo no se muestra 
favorable y sostiene los espasmos de la mucosa, el recurso mé-
dico, por tanto, consistirá únicamente en prescribir los anesté-
sicos, los anti-espasmódicos o sustancias neutralizadoras de los 
ácidos ofensivos al estómago y al duodeno.

Pero el hecho, en síntesis, consiste en las ondas desorde-

nadas de la carga mental o emotiva que el espíritu descuidado 

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