PREGUNTA: – ¿Podéis explicarnos si las enfermedades del 

aparato digestivo del hombre — que aumentan temiblemente 
en la actualidad — provienen también de las alteraciones psí-
quicas mentales y emotivas, o si debemos considerarlas sen-
cillamente como consecuencia de la alimentación artificial y 
enlatada, de la vida moderna?

RaMaTÍS: – Sin duda, sabéis que el tan famoso sistema 

nervioso vago-simpático es una poderosa red de neuronas sen-
sibilísimas, que se extiende desde el encéfalo por todas las vís-
ceras y por todos los tejidos del cuerpo humano, entrañándose 
profundamente por todas las regiones carnales, hasta alcanzar 
las células cutáneas de las puntas de los dedos y los vasos capi-
lares de la planta de los pies. en ese doble sistema nervioso que 
se origina en la intimidad del cerebelo, tanto las células de los 
centros cerebrales controladores del metabolismo general como 
las de los ganglios, expiden dos especies de corrientes nerviosas: 
las células simpáticas envían la corriente excitante, y las células 
para-simpáticas, o del vago, emiten los impulsos frenadores o 
inhibidores del organismo.

este trabajo delicadísimo de ambos sistemas, por ley bioló-

gica, debería ejercerse siempre del modo más armonioso posible, 
con el fin de que se mantuviese el equilibrio perfecto de la salud 
psicofísica del hombre. es de su función biológica que, mientras 

La influencia del psiquismo en las

enfermedades digestivas

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