Fisiología del Alma
que son originados simplemente por las condiciones agravantes
del planeta en que habitáis. Si no fuera así, tendríamos que con-
siderar que las enfermedades de los animales son también prove-
nientes de culpas kármicas de vidas pasadas o consecuencias del
“descenso” de toxinas psíquicas. Pero no existiendo dolores in-
justos ni imposiciones draconianas por parte de dios, la vida del
alma en la carne sirve para ayudarla a pulir sus aristas animales
y elevarla a las regiones superiores, en donde no actúan las leyes
severas que rigen la materia. el espíritu, cuando está encarnado,
no debe entregarse a producir quejas y censuras contra el mundo
físico que habita, y sí aceptarlo como su mejor oportunidad para
la conquista de su perfeccionamiento espiritual. no conviene que
olvide que todavía podrá habitarlo en futuras encarnaciones, así
como tener en cuenta que le compete hacer todo lo posible para
hacerlo mejor, pues otras almas necesitadas siguen en su reta-
guardia, como candidatas a las mismas lecciones planetarias.
PREGUNTA: – ¿Por qué motivo los líderes espirituales,
cuando se hallan en contacto con el mundo físico, sufren tam-
bién reacciones dolorosas en su naturaleza elevada, ya que
nos parece que ni deberían verter toxinas del periespíritu ni
efectuar rescates kármicos del pasado?
RaMaTÍS: – Tal como el hombre que porte delicadísimo
traje, cuando se halle en contacto con el pantano será contami-
nado por las impurezas del mismo al atravesarlo, los espíritus
elevados y sin pecados, cuando bajan a vuestro mundo en mi-
siones de sacrificio, no pueden eximirse de sufrir las reacciones
agresivas del ambiente físico tan rudo. Jesús, aunque fuese un
espíritu elevadísimo y de sublime jerarquía en los cielos, no pudo
sustraerse a la acción contradictoria y opresiva del clima de la
Tierra, que le provocó reacciones orgánicas bastante aflictivas
para su naturaleza angélica. A pesar de ser un ángel descendido
de los mundos celestiales, se vio obligado a emprender esfuerzos
heroicos para mantenerse satisfactoriamente en el plano de vida
inferior del mundo terrestre. el mismo pantano que puede ser
motivo de euforia para el batracio satisfecho con las emanacio-
nes mefíticas del gas de metano será de cruel tortura para el
pájaro que tenga que soportarlo apenas por algunos minutos.
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