Fisiología del Alma
des torturas propias de las enfermedades atroces e incurables;
pero como reconocen la necesidad de su urgente higienización
espiritual, con el fin de poder elevarse más pronto a las regiones
paradisíacas, prefieren concentrar todos los “dolores menores”
de las encarnaciones sucesivas, en el “gran dolor” de una sola
existencia, aunque ella constituya incesante depuración desde
la cuna. lastimosamente, los otros espíritus rebeldes, obligados
a purgar la toxicidad psíquica contra su voluntad, por más que
los favorezca la vertencia nociva del periespíritu infectado, no se
libran de la lepra y de otras enfermedades similares.
PREGUNTA: – ¿Cómo ese “descenso” de los tóxicos del pe-
riespíritu al cuerpo físico es un asunto por demás complejo
para nuestro entendimiento, ¿podríais describirnos alguna
operación química de nuestro mundo, que nos diese una me-
jor idea de ese acontecimiento psíquico?
RaMaTÍS: – aunque se trata de un ejemplo rudimentario,
recordemos que el azufre, cuando es sometido al calor, pasa del
estado sólido al gaseoso, a través del conocido fenómeno de la
sublimación química. en estado gaseoso, es todavía visible en
el seno de la retorta, pero si fuera sometido a la acción de un
calor cada vez más intenso, se vuelve transparente, alcanza el
estado radiante y quedará invisible. no obstante, en operación
inversa, por el enfriamiento gradual, el químico puede hacerlo
retornar a su primitivo estado sólido, en cuyo caso, el gas suma-
mente fluídico e invisible del azufre sublimado, “baja” otra vez
del mundo oculto y se hace visible a los ojos físicos.
así, diríamos también que el “tóxico psíquico” que circula
por el periespíritu de la criatura, es como el gas invisible del
azufre bastante sublimado por el calor y que, por efecto de un
“resfriamiento mental”, “baja” también en su frecuencia vibra-
toria, hasta condensarse poco a poco en la carne del cuerpo
físico, produciendo el estancamiento que favorece la infección
microbiana o la degeneración orgánica.
PREGUNTA: – La medicina clasifica las enfermedades
como infecciosas, cuando son producidas por microbios y por
sus toxinas, y como degenerativas, cuando los elementos del
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