Fisiología del Alma
la verdadera causa de las enfermedades se origina en el
desequilibrio psíquico, cuando la mente se subvierte y acelera la
dinámica peligrosa de las pasiones brutales. entonces se produ-
cen los tóxicos nocivos que después afectan la fuerza vital etérea
y alimentan los virus invisibles del mundo astral, haciéndolos
bajar vibratoriamente hasta alcanzar la organización carnal.
ante la desarmonía vital provocada por el descenso de venenos
psíquicos oriundos de la mente desorganizada, el organismo
queda incapacitado para impedir la proliferación microbiana
peligrosa, del mismo modo que resultaría imposible refrenar
una avalancha líquida, después de haberse roto las compuertas
de una represa. Por otra parte, muchos científicos han llegado
ya a la conclusión de que “los microbios acompañan la enferme-
dad, pero no la causan”.
PREGUNTA: – ¿Os sería posible citar algún ejemplo más
concreto, mediante el cual pudiésemos asimilar mejor vues-
tras consideraciones?
RaMaTÍS: – os recordamos que aunque la medicina hu-
biese considerado por mucho tiempo los vermes intestinales
como parásitos productores de toxinas maléficas y responsables
de la éxtasis intestinal, los microbiólogos modernos los acep-
tan como microorganismos simbióticos y útiles cuya función
es la de desintegrar los residuos alimenticios y transformarlos
sintéticamente en varios elementos, tales como determinadas
vitaminas y proteínas necesarias al equilibrio biológico. en la
actualidad, ya se presume que los colibacilos tan temidos an-
tiguamente como microorganismos virulentos, aparecen en el
intestino del recién nacido para cumplir la preciosa tarea de
producir la vitamina K, de cuya ausencia se verifica la incontro-
lable hemorragia. otros tipos de microorganismos o microgéni-
cos producen la leche, la linfa, los jugos gástricos, los fermentos
pancreáticos y las hormonas glandulares; mientras otras espe-
cies filtrables obran hasta en la admirable red nerviosa.
el bacilo de Koch, por ejemplo, no es el responsable espe-
cífico de la tuberculosis pulmonar, pues su presencia es debida
a las condiciones vitales y nutritivas que se establecen anterior-
mente en el pulmón, como ya les hemos explicado. el apenas
309