Ramatís

varía, otras de menor desvío moral en el pasado, pueden fallar 
por completo en un ambiente monástico, obligando a la ley a 
optar por la terapéutica de las llagas, de las deformidades o de 
los aspectos repulsivos en vidas futuras, con el fin de apartarlas 
del elemento masculino que, entonces, huye de ellas asqueado, 
viéndolas, así, libres de nuevas desdichas en el futuro.

PREGUNTA: – Teniendo la ley kármica por objetivo la rec-

tificación de los desvíos psíquicos nocivos, de las almas, ¿po-
dríais decirnos cuáles son los recursos de que se vale la misma 
para debilitar la intransigencia de los fanatismos religiosos?

RaMaTÍS: – el dolor es, sin duda, el recurso más eficiente 

para modificar las criaturas excesivamente fanáticas y hasta fal-
tas de piedad para con los esfuerzos religiosos ajenos, algunas 
de las cuales, si pudieran actuar con libertad, exterminarían de 
la faz de la Tierra a todos aquellos que les oponen cualquier 
concepto adverso! Pero los mentores espirituales poseen recur-
sos eficaces para hacer doblar su cerviz orgullosa, encaminán-
dolas poco a poco hacia la prueba dolorosa que cambiará su 
temperamento demasiado presuntuoso; y cuando les llega el do-
lor bajo la orientación superior, comienzan a fallarles todos los 
recursos de su religión, credo o doctrina. entonces, se malogran 
el médico de la familia, la casa de salud, la intervención quirúr-
gica o los establecimientos de aguas; se confunden los exámenes 
de laboratorios, se dificulta el diagnóstico por la radiografía y se 
hacen inocuos los más famosos medicamentos modernos!

no es raro que, entonces, lo alto encamine junto al enfer-

mo, a veces ya desengañado, el simpatizante de cualquier secta 
omovimiento espiritualista adverso y detestado, quien, munido
de poderes incomunes, consigue curar al paciente! Se rompe
entonces el círculo de hierro del dogmatismo conservador y fe-
roz, pues la salud y la vida, pese a ser devueltas por manos de
personas mal vistas, se convierten en valiosos elementos para
remover las fronteras presuntuosas del fanatismo tonto. el
acontecimiento se transforma en un jarro de agua fría sobre la
hoguera del odio religioso que todavía es muy común entre los
hombres ignorantes que dudan que dios es sólo uno y que sus
hijos son creados de la misma esencia inmortal.

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