Fisiología del Alma
das, dejándose obsesar por las pasiones degradantes, por los
vicios más infamantes y por crímenes bárbaros, olvidados de
que, mientras exhiben la belleza estética del cuerpo físico, es-
conden la monstruosidad en la intimidad del espíritu! ¡la his-
toria os cuenta de criaturas hermosísimas que, asumiendo la
realeza sobre pueblos infelices, se transformaron en verdaderos
monstruos, cometiendo crímenes infames, para la satisfacción
de sus mañas y de sus intereses!
en consecuencia, la mala impresión que os causan los xifó-
pagos no es un motivo para anular uno de los extremos recursos
kármicos de aproximación espiritual entre seres que se hallan
todavía separados por el abismo del odio milenario. la eutana-
sia destruiría la última oportunidad que tienen para tolerarse
mutuamente, hasta que la estimación bienhechora los encariñe
fraternalmente; y aquéllos que la practiquen, sean médicos o los
propios progenitores de los infelices deformados o xifópagos, no
podrán librarse de la responsabilidad kármica futura, cuando
deban permanecer unidos a sus víctimas hasta que éstas consi-
gan obtener su libertación espiritual.
PREGUNTA: – Tal como tuvimos oportunidad de ponderar
hace poco, es reducido el número de xifópagos que nacen en la
Tierra, y menor todavía los que logran sobrevivir. ¿No podría
esto inducirnos a creer que, debido al hecho de que esos naci-
mientos sean tan reducidos, deben ser también muy pocas las
oportunidades o los recursos de que dispone la ley del karma
para ajustar a los enemigos irreconciliables del pretérito?
RaMaTÍS: – en principio, debéis saber que el recurso de
que la ley dispone para reconciliar a los enemigos no es sola-
mente el de hacerlos reencarnar como xifópagos en el mundo
de la carne. ese es un recurso especial para ciertos casos, a jui-
cio de las autoridades competentes. además, como encarnados,
desconocéis gran parte de los nacimientos teratológicos en que
los cuerpos de los recién nacidos son criminalmente destruidos
en el dintel de la cuna física, en los hogares de las familias de
grandes recursos o de gran inescrupulosidad. no os será difícil
observar que los xifópagos, en general, sólo sobreviven en la
cabaña pobre del campesino, ya que en sus corazones, aunque
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