Ramatís

desagradables que pueden causar a los encarnados que se dejen 
dominar por un excesivo sentimentalismo.

PREGUNTA: – Encontramos eso natural, pués que, en vis-

ta de nuestra propia concepción estética del ser humano, tales 
nacimientos anormales terminan por chocar contra nuestro 
sentimiento común. ¿No es verdad?

RaMaTÍS: – el mundo terrestre está poblado de creacio-

nes cuyas facciones, formas o aspectos parecen desmentir el sen-
tido estético y la sabiduría de dios, que los creó. Tales son las 
arañas, los sapos, los escorpiones, los murciélagos, los vermes y 
mil otras formas repulsivas que parecen inútiles y ostensivas a 
la vida normal. ¿Tendrá el hombre derecho a destruir todas esas 
creaciones, sólo porque le son antipáticas? ¿deben desaparecer 
solamente porque él no las aprecia y las clasifica como aberra-
ciones contra el sentido de la belleza común? Creemos que no, 
aun porque el hombre verifica que los vermes, los insectos, los 
reptiles, aves y animales que antes detestaba por hallarlos re-
pelentes e inútiles, no sólo cumplen una ruta evolutiva trazada 
por la sabiduría de dios, sino que producen incontables benefi-
cios a la colectividad humana. el sapo es un auxiliar excelente 
de la labranza, pues destruye las voraces orugas; no obstante, 
sin éstas, no sería posible la existencia de las mariposas, que 
deben llevar el polen de las flores para dar lugar a nuevas ger-
minaciones bienhechoras. el murciélago aniquila ciertos tipos 
de mosquitos transmisores de fiebres palúdicas, mientras que 
en la herida en que se posa la mosca de la carne, no surge la 
gangrena. Sin las lombrices, ¿cómo se harían las galerías dimi-
nutas en torno a las plantas, que permiten el paso del aire que 
debe procesar las reacciones químicas que se efectúan en el seno 
de la tierra? Aunque se alegue la naturaleza peligrosa de cier-
tos animales venenosos, como las serpientes, los alacranes, los 
escorpiones o las arañas, la medicina podrá confirmar la canti-
dad de beneficios que ya ha podido distribuir con el empleo de 
los venenos extraídos de tales seres que, a través de su función 
vacuna-terapéutica, han producido alivio y curaciones de males 
sumamente terribles.

Sin embargo, ¡muchas criaturas hermosas viven subverti-

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